Historia

Luz Ardiden: Doble fiesta naranja

Hay que remontarse a 1985, precisamente en el último Tour de Francia vencido por un ciclista galo, para ver por primera vez un final de etapa en la estación invernal de Luz Ardiden, el triunfo fue para Pedro Delgado, y es que hablamos de una ascensión fetiche para el ciclismo español, con cinco triunfos de ocho veces que la Grande Boucle ha visitado la estación pirenaica. Sus rampas comienzan en la comuna de Luz-Saint-Sauveur, y durante catorce kilómetros de herraduras sitúa a los corredores a poco más de 1700 metros de altitud. En esta edición de 2021 se retorna a Luz Ardiden con el encadenado previo con el Tourmalet, un diseño de etapa clásico, pero quizá falto de dureza previa, y se rememoran dos efemérides de importancia, en particular para el conjunto Euskaltel-Euskadi, y es que en esta cima de los Altos Pirineos se produjeron la primera y la última victoria de etapa del equipo vasco en el Tour de Francia, en 2001 con Roberto Laiseka y diez años después, en 2011, con Samuel Sánchez. Una montaña de claro color naranja, con permiso del Alpe d Huez y sus neerlandeses.

Lance Armstrong se había emocionado la jornada anterior camino de Saint Lary Soulan al pasar por el monumento en el Portet d´ Aspet al que fuera su compañero en Motorola, el malogrado Fabio Casartelli. Para dedicar el triunfo al italiano dio una exhibición más en Pla d´Adet y dejaba aniquilado el Tour de Francia de 2001, Jan Ullrich asistía impotente al recital del texano y solo le quedaba la lucha por el podio al igual que a Joseba Beloki. La ultima de los Pirineos salía de Tarbes y tenía la meta situada en Luz Ardiden, por el camino Aspin y Tourmalet, kilometraje corto, pero suficiente para formarse una escapada de calidad, con la general prácticamente vista para sentencia. La numerosa fuga del día se iba desmembrando paulatinamente cuando la carrera se encuentra a pie de Luz Ardiden. Del grupo de Armstrong, Ullrich y compañía emerge con fuerza el vizcaíno Roberto Laiseka, que pasó por algunos apuros en el Tourmalet, y va superando poco a poco a los rezagados de la escapada del día, solo el italiano Wladimir Belli aguanta al corredor vasco. En el citado grupo de los favoritos el ritmo lo marca Giuseppe Guerini en vistas de endurecer la ascensión para su líder en Telekom, Jan Ullrich, pero el vizcaíno está ante su mejor día en este Tour. Un Laiseka que había sufrido fuertes calambres e incluso deshidratación en la jornada anterior, en la que se mantuvo en la reserva a sabiendas de que el día señalado era el de Luz Ardiden.

La marea naranja abarrota las carreteras de los ascensos de los Pirineos, el Gobierno Vasco y la empresa de telecomunicaciones han repartido miles de camisetas de ese color que se entremezcla con el de las ikurriñas. Laiseka se faja de su acompañante italiano que víctima de la fatiga no puede seguir el ritmo y se marcha en solitario para conseguir la primera victoria del Euskaltel en el Tour de Francia, y además en la primera presencia de este equipo en la Grande Boucle. El sueño cumplido. Un sueño que fue gestándose dos años antes, cuando Miguel Madariaga, patrón de Euskaltel-Euskadi vuela a Paris a entrevistarse con el máximo mandatario del Tour de Francia, Jean Marie Leblanc, acompañado de Ramón Mendiburu. Allí Leblanc pone las condiciones para que la formación vasca pueda recibir una invitación, autobuses y demás infraestructura “No puedes dar imagen de pobre, tienes que dar buena imagen, aunque no la tengas” le dijo el propio Leblanc a Madariaga. Laiseka levanta por fin los brazos en la línea de meta de Luz Ardiden, la emoción embarga al corredor de Gernika, sabe que acaba de hacer historia “Esto es como ganar unas olimpiadas ¡esto es la leche! “. Se lo dedica a la familia Otxoa, después del desgraciado accidente sufrido por Ricardo y Javier meses antes, también se acuerda de su compañero Txema del Olmo, que fue expulsado del Tour tras dar positivo unos días antes, de su familia, y por supuesto de la afición naranja que ha inundado las carreteras en las tres etapas pirenaicas de aquella edición de la carrera francesa.

Diez años después el Euskaltel-Euskadi es ya un equipo consolidado en la elite del ciclismo. Su presencia en el Tour de Francia es inamovible ya que se encuentra dentro de la máxima categoría del ciclismo mundial, con lo cual su participación en la ronda gala estaba asegurada. Todavía faltaban un par de años para los fichajes de corredores foráneos de escasa categoría para sumar los puntos correspondientes. En aquel Tour de 2011 no había un favorito claro, después de la descalificación en la edición anterior de Alberto Contador, y sonaban los nombres de Andy Schleck o Cadel Evans como aspirantes a subir al podio de vencedor en los Campos Elíseos, a pesar de la participación del madrileño que no estaba en su mejor momento. Aunque sin llegar a los momentos más álgidos vividos años atrás, la marea naranja de seguidores vascos era mayoría en las cunetas de las carreteras de los Pirineos, y la ascensión a Luz Ardiden no iba a ser una excepción, a pesar del mal tiempo de jornadas anteriores en la cima de la montaña. Fue la primera cita de ese Tour con la alta montaña, dejando para la última semana las mejores etapas en la cordillera alpina, que cumplía cien años en la carrera francesa.

Ese catorce de julio, día de la fiesta nacional francesa, contaba para más inri con un líder galo, el correoso y gesticulante Thomas Voeckler que nunca contó con opciones reales al triunfo final, pero que se mantuvo con el amarillo hasta bien entrada la última semana. El francés Jeremy Roy pasa en cabeza el Tourmalet, ascensión previa a la última subida, seguido por un joven Geraint Thomas, con más de tres minutos pasa el grupo de los favoritos y del maillot amarillo, habiendo intercalados otros integrantes de la escapada. En el descenso del coloso pirenaico se producen movimientos en el lote de los favoritos, en donde viaje el líder Voeckler. Uno de esos ataques fue el propiciado por el belga Philippe Gilbert, al que se unía un especialista en terreno descendente como Samuel Sánchez, junto a otro ciclista belga, Jelle Vanendert.

Llegados a Luz Saint Sauveur en las faldas de la ascensión final, la cabeza de carrera seguía formada por Roy y Thomas, pero por detrás el grupo de Samuel iba limando segundos, según comenzaban los primeros kilómetros de la ascensión, con un gran trabajo por parte de Rubén Pérez, otro Euskaltel proveniente de una fuga primeriza. Vanendert y Samuel alcanzaban la cabeza de carrera cuando aún faltaban más de siete kilómetros para la línea de meta, con cerca de cincuenta segundos respecto al pelotón de los favoritos, crecían exponencialmente las posibilidades de victoria de ambos. No fue hasta los últimos quinientos metros cuando el belga intentaba dejar al campeón olímpico asturiano, sin éxito, ya que el de Euskaltel aguantaba el cambio de ritmo y cuando tan solo quedaban trescientos metros para la línea de llegada se iba en solitario para vencer de forma magistral una etapa en el Tour de Francia en Luz Ardiden “solo pensaba en ganar”, diez años después de que lo hiciera su compañero Roberto Laiseka. Además, se vestía con el maillot de lunares como mejor escalador, una prenda que iba a conservar hasta el podio de los Campos Elíseos de Paris. “Buscaba esto desde que era niño”. Aunque siempre recordará su oro olímpico, una etapa del Tour de Francia es el anhelo de todos los ciclistas de planeta.

Escrito por Alberto Díaz Caballero (@Sincadenablog)
Foto: Sirotti

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