El fin de una era. Pocas victorias y de cada vez menos nivel. Un ocaso que, no por lógico, iba a tardar en asumirse, incluso por el propio protagonista.
Una última temporada en Molteni, con un triunfo por encima de todos… Merckx llegando en solitario a la Via Roma y ganando su séptima San Remo, para adelantar a Girardengo y dejar un récord prácticamente inamovible.
Un último año 76 en el que regresaba al Giro, viendo cómo su otrora rival Gimondi se imponía por tercera y última vez a un belga, distinto a él, por 19”. Un Merckx que apenas sí era top 10 con escaso protagonismo y sin triunfos parciales.
Además, el año 76 suponía su adiós de Molteni y su fichaje por el Fiat para hacer el último intento “real” de ganar el Tour del 77.
Y en un Tour con un recorrido muy insípido y con una tremenda falta de combatividad, la ilusión pudo durar dos semanas, en las que rozó el liderato y se mantuvo en posiciones cabeceras… Pero a una semana del final, la etapa que iba a reafirmar a Thévenet y Kuiper como únicos favoritos, a pesar de la valentía de Van Impe… Ese día el Glandon iba a enterrar las opciones de un Merckx que, a pesar de recuperar sensaciones y hacer una buena subida final, iba a perder más de 13 minutos con el ganador de la etapa Kuiper.
En Paris, Thévenet ganaba su segundo y último Tour por escaso margen con Kuiper y Merckx cerraba su última participación con un digno 6º puesto.
Parecía claro el fin, pero el orgullo de campeón le hizo seguir para demostrar que no estaba acabado, y ahora en las filas del C&A se proponía batir aún más récords… La realidad iba a poder con las ilusión y en mayo abandonaba el ciclismo profesional. Pero el relevo estaba ya servido, y es que un joven francés acababa de ganar la Vuelta a España tras llevar ya dos temporadas apuntando a grande…
Y Merckx dejó el ciclismo y entró en la leyenda, la del más grande, la de uno de los mejores deportistas de siempre. Un ganador que dio todo por ganar.
Escrito por Pedro Gª Redondo
Foto: ASO/B.Bade