Clásicas El profesor flandrien por @sergioyustos_

Mis experiencias en el Tour de Flandes 2023

Lógicamente tengo muchas cosas que resaltar de esta visita casi relámpago a una carrera tan importante para mí como el Tour de Flandes. Destacaría lo bonito que fue el viernes, cuando pese al mal tiempo pudimos visitar el mítico Kapelmuur. Lo sueñas, te lo imaginas mil veces, pero hasta que llegas allí y ves cómo la capilla encumbra aquella colina no te das cuenta de lo precioso que es estar allí y de la lástima que al mismo tiempo da que haya quedado fuera de De Ronde en las últimas ediciones.

Más allá de eso, de visitas varias y momentos chulos, destaco el domingo, el día de la carrera. Todo lo que rodea a la carrera es magnífico. Menos el madrugón, que abrimos los ojos a las cinco de la mañana a sabiendas de que tardaríamos en volver a cerrarlos para descansar. Marchamos directos a Brujas, la organización se portó de lujo y estaba todo muy bien organizado. El parking fue fácil de encontrar, muy buena localización, atención magnífica en zona de prensa, donde pudimos desayunar, zona mixta… ¡fue una gozada estar allí y poder charlar con los corredores uno por uno!

La cercanía de la mayoría de ellos me gustó. Pude hablar con muchos, como Iván Romeo, Jenno Berckmoes, Matteo Jorgenson, que luego fue noveno, Jonathan Narváez, Oier Lazkano… Alexander Kristoff me esquivó esa vez, pero seguro que será a la siguiente. Después de las entrevistas nos marchamos de allí de camino a Oudenaarde. Allí volvimos a pasar por sala de prensa para tomar otro café y redesayunamos. Muy ricos los dulces belgas, muy maja la gente.

Nos llevaron en un minibús de unas diez personas al Oude Kwaremont, escoltados por la policía, y aquella colina es otra locura. Hay un auténtico festival montado allí: cuarenta casetas, música, pantallas gigantes para ver la carrera… absolutamente increíble. Encima estaba embarrado, porque los días previos habían sido húmedos en Bélgica. Una pasada. Estuvimos en esta colina viendo los dos pasos entremezclados entre el público y hablas con la gente, casi todos belgas, contando nuestras historias, quiénes éramos, etc.

Vimos allí el primer órdago de Tadej Pogačar, y de vuelta al minibús, escoltados de nuevo a Oudenaarde para ver la llegada y estar de nuevo en zona mixta. Ahí coincidimos con Iván García Cortina, que nos contó que llevaba malo toda la semana y fue una pena, porque después de haber explotado y romper por fin en las piedras, no pudo tener continuidad en Flandes. A ver qué tal en Roubaix.

Nos acercamos al bus de Movistar para hablar con mi paisano Iván Romeo y con Oier Lazcano y echamos un rato agradable con ellos. Nos fuimos a ver la carrera femenina y con ello pusimos el broche a un día totalmente ajetreado, pero un sueño hecho realidad, sin duda. De esas experiencias que no olvidarás en la vida. Algo único.

Escrito por Sergio Yustos

Foto de portada: Sergio Yustos

3 Respuestas

  1. Envidia sana Sergio,habrás disfrutado de un día a los que nos gusta el ciclismo,lo recordarás siempre

  2. Para acceder al Kwaremont es exclusivamente cn entrada ??? O el acceso es libre ???

  3. Añoro el Kapelmuur en De Ronde. En fin, todo no puede ser…

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