Opinión

¿No hubiese sido mejor llevar a Enric Mas al Giro?

Movistar vive días de transición. No debe ser fácil ver a uno de sus ‘dinosaurios’, sus corredores franquicia, como es el caso de Valverde, dejar el pelotón y de aportar su incalculable valor en cuanto a presencia en los puestos altos de las carreras, victorias y titulares aquí y allá. Tampoco es sencillo renunciar per se a buscar el todo por el todo en el Tour de Francia, vista la tradición del patrocinador en estas lides. 

Vislumbrando el nivel del Giro de Italia entre los favoritos, donde se encuentran luchando Richard Carapaz, ex ciclista de la estructura y que ha sonado para regresar al equipo telefónico la próxima temporada, Mikel Landa y otros ciclistas que en teoría se encuentran a un nivel similar o inferior al que ostenta el líder de Movistar en las grandes vueltas, Enric Mas, quizá hubiese sido una buena idea salirse del guion preestablecido para anotarse un podio casi seguro en una grande y quién sabe si una victoria. Potencial tiene el balear para aspirar a ello, sin lugar a dudas. 

La alineación de Valverde en dicha carrera con un papel bastante gris en ella no deja de ser una lástima, ya que bien podía haber descansado y despedido de su equipo en un marco más atractivo para él como el Tour de Francia, donde ganarse el aplauso del público francés e internacional a través de sus pantallas. Sí, le queda la despedida en la Vuelta, pero no dejan de ser fuerzas gastadas para un puesto en la parte baja del top ten que era más bien incierto a comienzo de Giro y se fue confirmando conforme pasaban los días importantes. 

Vista la resistencia y regularidad de Mas en 2020, año en el que se enlazaron debido a la pandemia Tour y Vuelta, no sería descartable que el segundo clasificado en la última Vuelta pudiese optar a cubrir con éxito un posible programa Giro-Tour. No me cabe duda de que pasará tarde o temprano, pero mejor las intentonas en años de plenitud que en los de retirada, donde las fuerzas y las ilusiones no son las mismas. Y el Giro es una carrera de fondo donde poner sobre el asador toda la carne e ilusión. Toda la fuerza de las piernas, pero también mental para sobrellevar momentos complicados. 

La alta montaña del Giro se adapta como un guante a Enric. También el hecho de que últimamente las etapas cronometradas brillan por su ausencia o son de kilometrajes exiguos. Por tanto, estando atento a los cortes y protegido por un equipo de garantías, Mas podría aspirar a lo máximo sin lugar a dudas. Después la suerte, los rivales y el estado de forma harán el resto. 

No hay que olvidar la ambición de Tadej Pogacar, que pasa por conquistar las tres grandes vueltas tarde o temprano. Si el esloveno es de la partida en próximas ediciones del Giro, la empresa será aún más complicada, por lo que tal vez el momento hubiese sido ahora, con muchas opciones de jugarse una gran vuelta ante ciclistas de su tamaño, de su nivel. 

Escrito por Lucrecio Sánchez

Foto: Sprint Cycling Agency / Movistar Team

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