Ciclistas Historia

Once nombres históricos del ciclismo australiano

Con nombres actuales como Jack Haig, Ben O’Connor u otros como los emergentes Kaden Groves o Jay Vine, pasando por los míticos Caleb Ewan o prometedores como Michael Storer, el ciclismo australiano ha sido y es uno de los responsables de la llamada globalización del ciclismo. Con la mejora de los medios de transporte, los talentos aussies han tenido la posibilidad de saltar, cual canguro, hacia el viejo continente, donde históricamente ha estado el gran meollo de competiciones y tradición ciclista. Los tiempos han ido virando y llevando el panorama hacia un escenario más internacional, donde Australia ya llega a estar en los puestos 3º ó 4º de ciclistas aportados bajo su bandera a las grandes vueltas.

Los países tradicionales han dado un paso atrás, viendo cómo otras naciones como ésta lo han dado hacia delante. No sólo es responsabilidad de tener desde hace años un equipo en la élite del World Tour como el Bike Exchange (en sus diferentes denominaciones), sino que el movimiento de sus ciclistas ha sido muy importante. Los equipos más potentes han pescado en sus canteras y ahora todo el panorama ciclista profesional está plagado de pequeños canguros que van dando saltos de gigante a la cola de varios cometas que han abiertos las puertas del firmamento a otros jóvenes que vienen ya pisando fuerte.

Pocas son las escuadras que no tienen ya al menos un ciclista australiano que se una a un club que cada vez es más habitual. Tanto que Australia ya no se considera una nación extraña y exótica en el ciclismo, sino una de las potencias actuales y más presentes, al igual que lo ha sido durante esta última década Colombia, por poner un ejemplo no europeo. Esta lista de diez nombres podría incluir algún otro, también del ciclismo femenino, del que se incluye uno solo.

Simon Gerrans derrota a Valverde y Kwiatkowski en Lieja © Sirotti

Phil Anderson supuso mucho para el ciclismo australiano y el ciclismo no europeo. Fue el primer ciclista bajo una bandera no perteneciente a Europa (nació en Londres, eso sí) que lució el maillot amarillo del Tour de Francia. Fue un outsider al podio de París y obtuvo magníficas victorias en muchos escenarios de prestigio. Grandes equipos y fuente de inspiración para otros corredores como Simon Gerrans. Un corredor que de puntillas se ha ido del ciclismo con victoria de etapa en las tres grandes, éxitos en muchas carreras y dos monumentos como Lieja Bastogne Lieja y Milán San Remo. Puede que se le haya infravalorado, un error que le ha costado caro a muchos corredores que se enfrentaron a él.

Sin embargo, el corredor tal vez más importante del ciclismo australiano ha sido Cadel Evans. El campeón del Tour de Francia en el año 2011 ha supuesto un punto de inflexión en el ciclismo aussie por la dimensión de sus victorias. Fue considerado un ciclista excesivamente conservador, aunque chorreante de clase. Ello le llevó a un campeonato del mundo que venció gracias a tomar riesgos, lo cual cambiaría su carrera hasta el final de la misma. En el Tour vivió un momento clave cuando encima de la mesa tenía un órdago por parte de Andy Schleck y se dio cuenta de que era él quien podía solucionar su propia papeleta. Lo hizo con arrojo y valentía y gracias a ello podemos hoy hablar de una estatua viviente del ciclismo oceánico.

Los buenos sprinters que hemos vivido y disfrutamos del continente austral deben mucho al polémico Robbie McEwen. El ciclista franquicia del Lotto que después aupó a Evans consiguió ser una de las referencias de los últimos metros, donde tenía un último golpe de riñón letal. Freire, Zabel, Cipollini y otros velocistas probaron de su medicina, incluso de su en ocasiones juego sucio en las llegadas masivas. Un carácter fuerte que llegó a silenciar al mismísimo Lance Armstrong: «cierra la boca o te la cierro yo con mi puño», le llegó a espetar.

Richie Porte, el amo de Willunga Hill © Sirotti

Si viajamos al mundo de la pista y las contrarrelojes, tenemos un auténtico paraíso. Michael Rogers y Rohan Dennis, con cinco campeonatos del mundo en la disciplina absoluta de la contrarreloj a sus espaldas, con un palmarés único en los velódromos también. Ambos podían haber aspirado a ser algo más y no meros gregarios de lujo de sus correspondientes líderes. Las prestaciones de Rogers en la montaña fueron esperanzadoras, así como las de Dennis, al que siempre se recordará por la ascensión al Stelvio. Un Rohan Dennis que llegó a lograr el recuperado Récord de la Hora en 2015.

Dos ciclistas que han dado clara presencia en otros terrenos han sido Stewart O’Grady, mítico clasicómano, y Richie Porte. El primero fue un pedrusquero buenísimo, compañero durante años de Fabian Cancellara, lo cual le otorgó y resto al mismo tiempo posibilidades de ganar. Lo hizo en la París Roubaix de 2007 con mucho merecimiento y poniendo el colofón perfecto a una carrera brillante, aunque más en la intención y actitud que en los resultados. Porte ha estado en muchas ocasiones a la sombra de otros ciclistas, pero es justo reconocer que en un escalón inferior a Cadel Evans, podemos estar hablando del mejor corredor aussie por palmarés.

Amanda Spratt ha sido muy importante para el ciclismo australiano © ASO / Maheux

Logró pisar el podio de París por fin, y para ello tuvo que marcharse de la estructura de Sky, a la que regresó justo después. El señor Willunga Hill ha ganado casi todas las pruebas HC del ciclismo y si no lo ha hecho, ha estado rozándolo. Un auténtico genio que sacrificó como gregario gran parte de su carrera, pero que dio a Australia mucha presencia en el día a día. Hecho que sucede también con Michael ‘Bling’ Mathews. El medallista en el pasado Mundial ha sido y es una de las referencias de los sprints duros. Ganó en Mende dando una exhibición y puede ser considerado mucho más que un velocista. En sus primeros años en el ciclismo fue octavo en el Tour de l’Avenir, lo cual delata mucha clase.

Por último, destacar dos nombres muy importantes como son los de Jai Hindley, ganador del Giro de Italia, que ha marcado un hito importante. Su falta de carisma y forma de correr restan un poco de brillo a un magnífico logro para Australia. El segundo nombre a destacar pertenece ya al pelotón femenino. Amanda Spratt ha sido tal vez la ciclista australiana más importante. Su presencia en los mejores escenarios y lo destacado de sus actuaciones han inspirado a muchas mujeres como Grace Brown, también una referencia, o Alex Manly.

Escrito por Jorge Matesanz

Foto de portada: Sirotti

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