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Passo Fedaia (La Marmolada), el coco de los Dolomitas

Hablar de La Marmolada es hacerlo de uno de los mitos del ciclismo en Italia. A nivel profesional, sin lugar a dudas, con sus idas y venidas del recorrido del Giro de Italia y las más que múltiples visitas de cicloturistas a sufrir en sus rampas para emular a sus ídolos o completar durísimos recorridos desde pleno corazón de los Dolomitas, las montañas eternas que reciben turismo en invierno por el esquí y en verano por los deportes de altura, con el ciclismo entre los más practicados. 

Como puerto de paso, nos encontraremos con dos vertientes bien diferentes, sobre todo en lo altigráfico. La de Canazei, localidad que da comienzo también al mítico Pordoi, ofrece el pistoletazo de salida al puerto, que corona nada menos que trece kilómetros más tarde. Es todo un puerto de primera categoría, si bien sus últimos dos mil metros bajan mucho de intensidad, coincidiendo con el paso junto a los grandes lagos de la cima. 

Por su vertiente clásica, la que inicia en Malga Ciapela su parte salvaje, esperan otros catorce kilómetros si computamos también el ascenso desde Caprile, que no es desdeñable ni muchísimo menos. Sin embargo, son los últimos cinco los que marcan la diferencia, con un trazado en algún caso recto y criminal por no permitir tener más referencia que la lentitud en el avance, lo cual nos torturará también psicológicamente. La famosa recta de 800 metros en porcentajes sobre el 12%. A partir de ahí, todo parecerá más sencillo por las curvas de herradura, que nos dejan al menos tomarlas como referencias más cortas. 

A partir de ahí, disfrutemos del paisaje. El asfalto es bueno y el piso muy ancho, por lo que ni el tráfico será un problema para encontrarnos a gusto en un entorno único y dominado por los picos más impresionantes de todos los Dolomitas. La ventaja es que una visita a este coloso nos permite también acceder en pocos kilómetros al Pordoi, Falzarego, el Giau y toda la ristra de auténticos mitos del mundo de la bicicleta. 

Calcular las fuerzas será importante para no desfondarse antes de tiempo. Sin ninguna duda, habrá que tener en cuenta las condiciones climatológicas, sobre todo por encontrarnos en alta montaña y en un puerto superior a los 2000 metros de altitud, una barrera donde el déficit de oxígeno comienza a hacer acto de presencia con crueldad. Uno de esos colosos que no deben quedarse pendientes antes de colgar la bicicleta. 

Altimetría
Reportaje más amplio y más fotos

Escrito por: Lucrecio Sánchez  (@Lucre_Sanchez)
Fotos: 1001puertos.com

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