El Peñón de Algámitas se ubica en el sureste de la provincia de Sevilla, donde los puertos de primera categoría brillan por su ausencia. Aquí tenemos una subida inédita en la que además de espacio en la cima para albergar llegadas de etapas ciclistas, reúne bastantes atractivos que recomiendan una escalada. En primer lugar para disfrutar del entorno y las vistas sobre la comarca. En segundo lugar para disfrutar de una ascensión que te exigirá el máximo, aunque no por demasiado tiempo. En tercer y último lugar, porque podrás elaborar rutas muy interesantes en la zona.
Comienza nuestra subida en la localidad homónima, con algo más de un millar de habitantes, punto de arranque también del puerto del Zamorano. Deberemos escalar previamente gran parte de este puerto, que cuenta con muy buena carretera, como se puede ver en la galería imágenes, y no ofrece una especial dificultad más allá del ritmo que queramos imponer o el calor, dependiendo de la época del año en la que nos encontremos.
Mediada la subida, será el turno de girar a la derecha. El firme seguirá siendo bueno, aunque la calzada estrecha bastante y la rampa se vuelve salvaje. El escenario de ritmo constante y ágil se torna en un sálvese quien pueda. Llegados al restaurante, un descansito y giro a derechas nos ofrece las rampas más difíciles, ya introducidos en el camping. Desde aquí a la cima la rampa va a estar claramente rondando el 20%, aunque alguna rampa similar nos asalte en la sección anterior.
Una vez alcanzado el parking superior, disfrutaremos de las magníficas vistas sobre todo el valle, las montañas contiguas y las no tan cercanas en días claros. La subida al Peñón se puede acometer a pie por senderos señalizados a tal fin. Desde la cima del mismo se ve también el trazado de la carretera del puerto del Zamorano en dirección a Pruna.
Existe una vertiente alternativa al puerto de Zamorano por tierra. En caso de querer realizar la ruta en MTB o arriesgar un tanto a un pinchazo, desde la misma localidad de Algámitas parte una pista de tierra en buen estado que enlaza con la carretera muy avanzado el puerto. Paralela al arroyo de Ballesteros, se trata de una ascensión más corta y empinada que la general. Tocaría descender algún kilómetro hasta llegar al cruce que nos llevaría a la zona dura del Peñón. Pero merece la pena si vamos con tiempo y fuerzas.

Tras realizar el ascenso cabe preguntarse por qué hasta la fecha no se ha celebrado en estas rampas ninguna prueba ciclista de primer nivel. Vuelta a España y Ruta del Sol bien podrían incluir este duro final en su catálogo de llegadas en alto para futuras ediciones.
Descripción más detallada y galería fotográfica
Texto: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos y altimetría: Andalucía Cicloturismo