El legendario corredor de Deceuninck ha gozado de una importante trayectoria en las clásicas más populares. Desde las piedras, donde ha vencido en las dos pruebas más prestigiosas del calendario (Flandes y Roubaix) a las Ardenas, donde quedó para la retina del espectador el triplete conseguido en 2011. Una exhibición que le llevó a ser el número uno del mundo de forma arrolladora.
No sólo en espectacularidad, sino que la estadística está de su lado. De los corredores en activo, el corredor belga es el que ha logrado un mayor número de top-ten en los Monumentos ciclistas, con 20, por delante de otros corredores como el eslovaco Peter Sagan o su compatriota Van Avermaet, que empatan a 17. Más rezagados quedan Kristoff, con 15, o Valverde, con 14. El italiano Nibali sigue con 13, empatado con el eterno Rebellin.
Gilbert, además, ha conquistado cuatro de los cinco, por lo que si cosecha una victoria en Milán-San Remo en las temporadas que le resten como profesional, conseguiría un hecho histórico, que es conquistar los cinco Monumentos del ciclismo, una gesta que ha sido lograda únicamente por ciclistas belgas. Ahora que está dirigido por Lefevre, con nada menos que 34 victorias en Monumentos, podría ser un bonito objetivo para poner broche a una trayectoria espectacularmente productiva.
Etapas en las tres grandes, con mucha presencia en la pelea por las etapas y conquistando un total de once, un Campeonato del Mundo logrado de forma brillante en su vecina Holanda y con el Cauberg de testigo mudo, otras clásicas como la París-Tours, la Omloop Het Nieuwsblad, la emergente Strade Bianche, la Flecha Brabançona, donde acumula tres títulos, la Clásica de San Sebastián, Quebec o los Campeonatos Nacionales en ruta y contrarreloj. Un palmarés al alcance de muy pocos, con la complejidad de haber estado no tantos años a ese gran nivel que ha mostrado.
En cuanto a las victorias en los Monumentos, destaca la forma en la que se llevó la Lieja-Bastoña-Lieja de 2011, donde tuvo que lidiar desde bien lejos con los dos hermanos Schleck, a los que venció en la línea de meta, en la que consolidó su triplete en las clásicas de las Ardenas y creó así un mito que aún se recuerda. La voracidad con la que ha dominado siempre a sus rivales ha sido otra de las características de su ciclismo. Rápido y eléctrico en las llegadas, no todas sus victorias han sido alcanzadas de esa manera. Ha gustado de fotos en solitario llevándose la gloria y copando todos los flashes.
Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Foto: Sirotti