Historia

Pogacar arrebata el Tour 2020 a Roglic el último día

El ciclismo tiene muchos refranes y mantras que con el tiempo se empeñan en mostrar que son fiel representación de esa realidad a la que apenas se mira con atención. Hasta la última línea de meta no se puede cantar victoria. Hasta el rabo todo es toro, que dirían los taurinos. Roglic aprendió la lección. Y es que Jumbo controló la situación durante tres semanas, tal vez demasiadas. El equipo colorado de amarillo y negro tomó las riendas en la primera llegada en alto, en Orcieres Merlette, donde ya ganó Roglic (4ª etapa). En la novena cazaron el amarillo. 

Los ataques de Tadej Pogacar fueron poco tenidos en cuenta al principio, nadie le podía considerar un aspirante a ganar un Tour de Francia cuando venía de ser tercero en la Vuelta, sí, y había demostrado estar al nivel de su compatriota Primoz en la montaña. Un niño de casi 22 años (los cumplió al día siguiente de proclamarse campeón en París) contra un hombre hecho y derecho. Parecía una quimera, más aún cuando en el Col de la Loze, en la parte superior de Meribel, fue el propio Roglic el que apretó las tuercas aún más al joven aspirante. Los intentos no dejaron de llegar. Los resultados nunca asomaron. 

A favor del ahora campeón de tres Vueltas a España estaba la última etapa competitiva, una cronoescalada al durísimo Planche des Belles Filles. Para más inri, la única cronometrada de esa edición del Tour. Territorio Roglic, al que su compatriota había derrotado en los Nacionales de su país, un dato a tener en cuenta y que mostraba a las clara el potencial del joven Tadej. La cuestión es que el tiempo a remontar en meta era superior a los dos minutos. Se necesitaba un día súper de uno y otro no tan bueno del otro.

Pues sin ser nada mala la crono del líder, tuvo lugar el milagro. Las primeras referencias ya fueron excelentes para Pogacar, que comenzó literalmente a volar sobre el asfalto de los Vosgos, por primera vez celebrados en fase decisiva de un Tour de Francia. Los percherones de Jumbo habían marcado muy buenas referencias para el maillot amarillo, que cedió algo de tiempo incluso con ellos. Hablamos de medallistas olímpicos y mundialistas en la especialidad. Casi nada. El de UAE pronto vio que de no mediar un hundimiento, el maillot amarillo definitivo era totalmente suyo.

La progresión en la contrarreloj siguió el cauce esperado y el río trajo múltiples sorpresas a una línea de meta que se debatía entre la perplejidad y el asombro. Así de espectacular fue. Todo en una edición extraña por la crisis sanitaria del Coronavirus, que no fue impedimento para ver a los aficionados abarrotar las cunetas con una pasión desatada. Un auténtico baño de masas para Tadej, que ya no podría esconderse jamás como candidato a ninguna carrera. Lo visto en la Vuelta 2019 no fue ninguna broma. Un ciclista que se estrena en el Tour con victoria son palabras mayores. Habría que remontarse a tiempos de Fignon y Lemond para ver algo así. 

Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Foto: Sirotti

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