En la única ocasión donde meta del día anterior y salida al día siguiente son en la misma ciudad, llega la considerada como etapa reina. Aquí se jugará el todo por el todo, sobre todo entre escaladores. Quedan los Vosgos, pero son otro nivel de subida. Saisies, Roselend, Longefoy y Loze, cuatro puertos que ya suenan a clásico y que requerirán un breve descenso al final para alcanzar un rampón donde acabará la etapa, en las urbanizaciones de Courchevel. Día clave.
Courchevel ha sido una subida clásica en los años 90 y principios de la década de los 2000. Después desapareció y regresa en un formato de etapa pocas veces visto en el Tour de Francia. Allí ganaron Richard Virenque, Marco Pantani, Alejandro Valverde, ante el mismísimo Armstrong, o alguna que otra escaramuza en la Dauphiné. El Col de Loze fue final de etapa en el Tour de 2020 con victoria para Miguel Ángel López y ventaja de Primoz Roglic sobre Tadej Pogacar. Un auténtico coloso de nueva creación por ser un alto para conectar las estaciones de Meribel y Courchevel por carretera. Un puerto que promete grandes aventuras en las etapas alpinas del futuro, seguro que protagonizadas por grandes estrellas del ciclismo de cada momento.

