Pese a no tratarse de la primera llegada en alto, esta sí que tendrá un gran peso en la carrera. No es que las diferencias vayan a ser definitivas porque queda muchísimo, pero sí que empezará a descartar a ciclistas que por sorpresa no vayan a aspirar ya a la victoria en la Vuelta. La etapa tiene bastante dureza, con muchos puertecillos que no puntúan, pero están en la ruta igualmente.
El Observatorio de Javalambre entró en el catálogo de la Vuelta en 2019. La victoria fue a parar a Ángel Madrazo, quien no podrá estar en esta edición por lesión. Desde Arcos de Salinas, consiste en una subida de 12 kilómetros al 7%. Las rampas máximas llegan al 14%. El viento puede ser clave en los ataques y las diferencias.
La de Andorra fue la primera y era más corta. Aunque bastante duro el final con dos puertos. Aquí ya se notará más el desgaste y la etapa. Si bien unipuerto, acumula bastante desnivel y hay un puerto durillo a mitad de etapa. Habrá desgaste previo, y si bien Arinsal es duro, aquí habrá más diferencias, especialmente si no hay viento de cara como allí