Historia Carreras

‘Purito’ Rodríguez I de Lombardía

Il Giro de Lombardía es el último Monumento del año. Pese al retraso de la celebración de otra de las grandes fechas en la temporada como la París-Roubaix, se ha respetado que la ‘clásica de las hojas secas’ siga siendo el considerado por muchos (no sólo) corredores el cierre de la temporada ciclista. Es una clásica más escaladora, donde triunfan aquellos clasicómanos que también tienen en la Lieja-Bastogne-Lieja un terreno más que óptimo para ellos. Subidas cortas y explosivas, descensos vibrantes y acompañados en muchas ocasiones de lluvia y, sobre todo, hojas secas y colores propios del otoño. Muchas bellezas en una. 

El ciclismo español no ha conseguido ser muy exitoso en estos lares. De hecho, en la última década y media ha sido cuando en los puestos cabeceros han sido asiduas las apariciones de ciclistas procedentes de España. Pese a los intentos de superclases como Pablo Lastras o Samuel Sánchez, tuvo que ser Joaquim ‘Purito’ Rodríguez quien pusiera el cascabel a un gato que ningún otro ciclista español había conseguido poner. 

No era una carrera desconocida para él. Ya estuvo rozando el larguero en 2011 con un tercer puesto que no anduvo lejos de ser primero. Justo un año antes de su entorchado y tras un año donde las cosas no marcharon exactamente como esperaba. El que sería número uno del mundo se impuso en las ediciones de 2012 y 2013, ambas decididas con un ataque seco (irónicamente bajo una intensísima lluvia) que le permitió plantarse en meta con total superioridad sobre sus rivales, que únicamente podían verle alejarse en la distancia y felicitarle en la meta de Lecco. 

La alternancia de la localidad de llegada hace que los aspirantes a ganar también puedan variar en perfil. Si bien al final acaban siendo los que más fuerte llegan a esta última recta de la temporada en un mejor estado de forma. Hay táctica, hay riesgo (sino, que se lo comenten a Remco Evenepoel), hay ataques, pero sobre todo hay mucho prestigio en juego. Quien gana aquí pasa a un olimpo especial al que sólo los vencedores de alguno de los cinco Monumentos del ciclismo tienen acceso. Un interés que en el ciclismo español ha ido cobrando importante gracias, entre otros muchos, a los éxitos de Rodríguez en Lombardía.  

Con Joaquim se conquistó un terreno inexplorado hasta entonces. Un plaza que ahora se mira con más optimismo por parte de un ciclismo que sigue contando con Valverde como aspirante a sus más de 40 años, pero que tiene muchas opciones siempre en liza, por mucho que sea complicado alcanzar las opciones de favoritismo de un Rodríguez al que hay que reconocer la habilidad de triunfar en casi todo tipo de terrenos y pruebas. Lucir el rosa y el rojo de las grandes vueltas, ganar en las tres vueltas, aspirar hasta las últimas instancias para hacer podio en varias de ellas y triunfar en principios de temporada y las Ardenas, hacen de él un ciclista difícil de remplazar. 

Ahora es momento de relevos, pero nadie podrá decir que el ciclismo español no ha puesto pica en Lombardia (que no en Flandes). Un territorio que deja buen sabor de boca por ser el último Monumento del ciclismo. Una carrera repleta de leyendas, sabores, sinsabores y la suerte de poder terminar el año con las mejores sensaciones de cara al siguiente. 

Escrito por: Lucrecio Sánchez  (@Lucre_Sanchez)
Fotos: Sirotti

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