Es uno de los temas que siempre tengo en la cabeza, porque cada vez veo más mujeres montando en bicicleta y, claro, me pongo en la piel de aquellas que todavía no se han atrevido a dar el paso porque quizá no sepan qué hacer: qué entreno, qué me pongo, dónde voy… Hay mucho sobre entrenamiento, pero aplicado a mujeres no hay prácticamente nada. Muchos movimientos, como los que están llevando a cabo Movistar, la Federación y el Universo Mujer. Entras en internet y rápidamente te sale precisamente Women in Bike, que organiza quedadas en todas las ciudades de España llevadas a cabo por líderes.
Hay otros proyectos paralelos, como Las Romanas, en Mérida. Los fines de semana hacen sus rutas, organizadas por niveles, y cada una va buscando su sitio. Así es como se está realizando en multitud de casos el inicio. La líder de cada ciudad observa las evoluciones y da consejos sobre nutrición, cómo cuidarse, y aspectos más específicos para mujeres. A partir de ahí, yo me pondría en manos de una profesional, sobre todo en cuanto a entrenamiento o nutrición, que sepa de qué está hablando.
Existe, por desgracia, mucho intrusismo en este campo. Lo que busca la mayoría de mujeres es salud, sentirse bien, en contraposición al hombre, que es mucho más competitivo. También tiene una función socializante. Conoces a mucha gente y empatizas con otras mujeres que tienen otros problemas o el mismo, lo que te hace sentir mucho más comprendida. El tema hormonal es un hecho diferencial y hay que comprenderlo. Un día estás a tope y al siguiente no quieres ni salir de casa.
Cuando conoces personas que tienen ese mismo problema, te sientes menos ‘bicho raro’. Si quieres competir, lo ideal es comenzar a disputar marchas cicloturistas, que dan premios a las diferentes categorías y obtener resultados en ellas puede animar a muchas mujeres a seguir adelante. De hecho, es lo más común. No hay excesivas carreras en las categorías de máster, pero en el calendario de la Federación sí que hay algunas más.
El problema es que muchas de ellas implican viajar porque no suele haber demasiadas por tu provincia. Hice la Madrid-Lisboa con una chica a la que se le daban muy bien las marchas, y recuerdo que siempre me comentaba cuando enseñamos, por ejemplo, a hacer un relevo, que qué pena que nadie les enseñara este tipo de cosas. Nadie hace esa función que hacemos en las escuelas: equilibrio, coordinación, etc.
Al final nos metemos en grupos de chicos donde vamos todos a mogollón para ver quién tiene más fuerza bruta. Y hay que enseñarles a ahorrar energía frente al viento, que es fundamental. Es lo que te va a permitir ir con un grupo y aprovecharte de ello. Problemas podemos encontrarnos con transformaciones muy fuertes en la mujer: de adolescente a mujer o en la menopausia. Hasta que no lo sufres no eres consciente. Tu cuerpo también cambia, gana peso. Y hay que entenderlo. Y explicárselo.
Escrito por Dori Ruano (@doriruano)
Foto: A.S.O./Fabien Boukla