Puertos Carreras

¿Qué pasa con la Bola del Mundo?

Invierno de 2009. La organización de la Vuelta a España, capitaneada por su flamante nuevo director, Javier Guillén, presenta el recorrido de la edición 2010, la primera diseñada bajo su influencia. En ella aparecen cambios significativos, como la desaparición de una segunda contrarreloj, la aparición de rampas de gran porcentaje en las llegadas y la inclusión de un nuevo mito, el de la Bola del Mundo. Se trata de una cima muy conocida en el entorno de Madrid y la sierra de Guadarrama por coronarla a más de 2250 metros de altitud, lo que supone un apéndice a la ya de por sí exigente subida a Navacerrada. 

Los tres kilómetros añadidos aportan grandes rampas a un final clásico y le dan ese toque de altísima montaña que históricamente ha faltado en estas etapas finales en las cercanías de la capital. De ese modo, el duelo Nibali – Mosquera por conquistar el primer maillot rojo de la carrera, se dilucidó en sus rampas, con suerte para el italiano, que se hizo así con su primera grande. Dos años más tarde, Contador sufría de lo lindo para mantener el mismo jersey ante un Joaquín Rodríguez que era claramente el más fuerte. Ambos casos fueron un éxito de público y de seguimiento por televisión. 

Curiosamente, lo que se convertía en un mito de la carrera extrapolable a los casos del Angliru o los Lagos de Covadonga desaparecía del menú de forma radical. Tras dos ascensos de notable éxito no se ha vuelto a la Bola del Mundo. Llama la atención que la subida madrileña, después de tantos y tantos años de soñar con que una etapa culminase esta montaña (Enrique Franco, antiguo director de la carrera, afirmaba que era uno de sus grandes sueños) haya caído en el olvido.

Existen dos grandes motivos para la exclusión. El primero es el estado de algunos tramos del hormigón que da acceso a la cima. Al tratarse de un Parque Nacional, se complican los arreglos. La presión ecologista que sufrieron estas subidas en las ediciones de 2010 y 2012, con, entre otros, numerosas pintadas y pancartas a lo largo de la ascensión, no ayuda la vuelta a la Vuelta de la Bola del Mundo. 

No es descartable que una de las subidas más duras del panorama nacional regrese en un periodo corto de tiempo. En 2022 se cumplirán los diez años de ausencia, por lo que podría ser buen momento para recuperarla. Los problemas de piso podrían ser subsanables u obviados. Tampoco el cemento está en un estado que impida el paso para ruedas finas. Se podría correr el riesgo. Lo que está claro es que tras varios años de alternancia entre grandes cimas en Asturias y con la irrupción del durísimo Gamoniteiro, quizá sea momento para volver hacer notar un puerto que no sólo compite en dureza, sino en fama y espectacularidad con sus hermanos del norte. 

Altimetría Bola del Mundo

Escrito por Lucrecio Sánchez  (@Lucre_Sanchez)
Foto: Marce Montero (@39x28web)

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