Equipos Opinión

Quick Step: el resucitador de ciclistas

El ciclismo profesional está lleno de aristas y pequeños detalles. Los marginal gains que declaraba el poco romántico Sky, que no era otra cosa que conseguir un gran todo a base de pequeños pellizcos. Como concepto es válido y audaz. Y lógico. Como también lo es el lema, algo más hispánico, de comer, beber y a rueda. Algo menos osado, mucho más práctico. Menos vendible, sí. Menos reconocido por la filosofía de conceptos políticamente y filosóficamente correctos. 

¿Cuál es la táctica de Quick Step para que sus corredores den la mejor versión de sí mismos pese a no ofrecerla en sus equipos anteriores? Existe más secretismo en torno a la fórmula, aunque la motivación que impregna el propio colectivo, con un nivel medio altísimo, añadida a la forma de correr, muy agresiva y buscando siempre el primer puesto a través de cuatro o cinco corredores que per se ya optan al triunfo de forma individual, conforman un compendio de circunstancias que hacen de Quick Step un equipo a temer en casi cualquier carrera. 

Los casos de Mark Cavendish, con sus claros y sus oscuros, o Philippe Gilbert son los más evidentes, que no los únicos. Ambos regresaron al primer plano una vez regresaron a las manos de Lefevre. Es cierto que los dos se hicieron un nombre y amasaron un gran palmarés bastante antes de fichar. No hay que olvidar que el británico era ya una estrella en el HTC-Columbia que heredó en cierta medida la estructura del Telekom y en Sky o el belga en el Lotto y FDJ. Es más, su año 2011, que fue lo que le terminó de catapultar a la leyenda, tuvo lugar lejos del Quick Step. El talento, por tanto, ha estado, está y estará. 

La cuestión es que ciclistas ya de una edad y rinden de esta forma tan sobresaliente generan dudas. ¿Alguien entiende que Cavendish esté a una sola victoria de convertirse en el máximo ganador de etapas en el Tour y no vaya a correr la ronda francesa este año? ¿Alguien comprende que el británico haya estado tan cerca de no renovar y/o encontrar equipo? ¿O que Gilbert haya pasado al anonimato una vez abandona la estructura de Lefevere? Simples preguntas al aire. 

El Wolfpack, es cierto, genera muchas sinergias positivas entre todos los componentes que allí se encuentran. Es más, corredores con los que nadie contaba se crecen en el trabajo y en resolver fugas. Una pléyade de auténticos lobos que tienen la victoria entre ceja y ceja. Todos iguales, todos con las ideas muy claras. El equipo técnico de Quick es sobresaliente, con gente con muchísima experiencia en pruebas de un día o desarrollo en ese tipo de ciclismo de victoria parcial. Por ello todavía les falta algunos peldaños en grandes vueltas, a las que quieren ir tendiendo poco a poco con apuestas como Evenepoel. 

No hay que obviar que la plantilla es excelsa en buenos corredores. Eso explica por sí solo los resultados obtenidos. ¿Qué pasó con Fernando Gaviria? El colombiano ha estado en la estructura y es donde se ha hecho una megaestrella. Ahora en UAE ya no tiene ese rendimiento tan excelente. Bien es cierto que juegan muchos otros factores, su actual equipo es más eficiente en otro tipo de pruebas. Pero no deja de llamar la atención que haya tanto contraste entre la performance en uno y otro conjunto. 

Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Foto: RCS Sport

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