Andalucía es extensísima, no es ningún secreto. No se puede ir puerto a puerto porque haríamos eterno leer y degustar cada esquina de este rincón de España. Para descubrirlos, recomendamos el blog de Andalucía Cicloturismo, donde sí se puede observar montaña a montaña lo impresionante del contenido orográfico de la región. Terrenos de todo tipo, desde el llano más asfixiante a la más alta montaña. Sin ir más lejos, está la carretera más alta de Europa, que es la que alcanza las estribaciones del Pico Veleta.
Yendo provincia a provincia, hay algunas más interesantes que otras en cuanto a encontrar un determinado terreno para disfrutar de la bicicleta. Por ejemplo, en Huelva, pese a que las zonas costeras sí son algo más planas, el norte de la provincia ofrece una auténtica mina de pequeños puertos y media montaña que con calor hacen de ella un infierno con todas las letras. La sierra de Aracena no tiene grandes puertos, pero es territorio comanche, con cuestecitas de 4-5 kilómetros que darían pie a clásicas estilo Lieja o Lombardía. Alájar, Cortegana… además de ser una zona gastronómicamente muy interesante.
Sevilla, por su parte, ofrece en el norte de su provincia puertos más largos, más tendidos. Sería la continuación de las serranías onubenses. Es más complejo hacer una ruta sin salirse de los límites provinciales, aunque aún así merece la pena. En las sierras del sur, eso sí, hay algunas subidas interesantes. El Peñón de Algámitas es un posible final de etapa muy interesante. El puerto del Zamorano más el añadido de un kilómetro y medio de ascenso con grandes porcentajes que añadido a las vistas hace que merezca la pena una visita. La posibilidad de un final en alto en la provincia de Sevilla sería cuanto menos, novedoso.
Córdoba esconde mucha montaña, no sólo cerca de la capital, con puertos como San Jerónimo y todas sus variantes. La Sierra Morena cordobesa tiene puertos de más desnivel y profundidad en los valles, como la zona de Obejo. Toda esa zona es una encerrona. Artafi, Puerto del Aire en la zona de Villaviciosa de Córdoba. Las carreras profesionales se centran en las cercanías de la capital, pero el resto no hay que desdeñarlo. En las sierras penibéticas hay también mucho que contar, con la Sierra de Cabra, Cueva de los Murciélagos, en Zuheros, con buenas rampas al paso por el pueblo y una ascensión preciosa, o incluso cerca de Iznájar y Rute hay algunos puertecitos de doble vertiente con grandes rampas y doble vertiente.
Continuamos con Jaén, una tierra que es prácticamente todo montaña. La fama de La Pandera eclipsa un tanto todo lo demás. Incluso en su entorno hay sorpresas poco conocidas como la carretera de La Yedra. Pero no hay que olvidarse de grandes subidas como la del Pico Almadén, con la mitad superior en tierra. El potencial de esta provincia es enorme a nivel de alta montaña, con el problema de que existe mucha distancia entre poblaciones. Al mismo tiempo hay muchas montañas por descubrir, como El Yelmo, una de las ascensiones más bonitas de todo el territorio andaluz. Las sierras de Cazorla y Segura tienen cantidad, variedad, carreteras muy juguetonas. El paso de Despiernacaballos es precioso. Da la sensación de estar en el Pirineo. Hoya de Charilla, para encarar después la subida a Valdepeñas, es otra de las joyas.
Cádiz, unido a la serranía de Ronda y la unión con el oeste de Málaga es otro terreno de alta montaña. Una zona para echar horas de bicicleta. Por altitud nadie creería que se pueden realizar etapas de alta montaña con varios puertos de primera categoría enlazados, sin envidiar a los Pirineos o los Alpes. Apoyado con localidades punteras en lo turístico como Estepona o Ronda. Peñas Blancas y sus vertientes, Madroño, Encinas Borrachas, etc.
En Málaga hay también mucha variedad. El Torcal de Antequera es precioso y muy interesante, así como todos los puertos que hay en su entorno. También El León, encima de la capital, uno de los pocos primeras tan cercanos a una capital de provincia. Todas sus vertientes y variantes merecen la pena para plantearse una ruta de alta montaña. Puerto del Sol, La Mina, Almáchar, ya conocido por el mundillo ciclista, Zafarraya, la zona de Frigiliana, que es una tortura. Y una subida que destaca sobre el resto y que continúa inédita como es el auténtico ‘Angliru del sur’: Peña Escrita. Su dureza aguanta muy bien la comparación con el coloso asturiano.
La provincia de Granada podría considerarse como los Alpes españoles. Territorio de altísima montaña, como lo demuestra Sierra Nevada y todas las escaladas contiguas. Los accesos a la estación de esquí, con todas sus variantes, permiten ya de por sí elaborar rutas durísimas que nada tienen que envidiar a los Dolomitas. Tampoco hay que olvidarse de la cara sur del Veleta, tierra en su segunda mitad, pero transitable hasta la cota 2800, el Alto del Chorrillo. Purche, Haza Llana, Sabinas, Alfaguara, Alguacil, La Ragua, algo más alejado pero en el mismo cordal… La propia Sierra de la Contraviesa, en la costa, ofrece mucho. Las vertientes de Haza del Lino, más otros colosos como Albondón y otros puertos paralelos permiten en un radio muy pequeño enlazar auténticos colosos. No hay que dejar de lado Las Alpujarras, con puertos escondidos como Cáñar, Capileira, etc que poco tienen que envidiar a los mitos más conocidos.
Por último, Almería es algo más conocido en concepto de alta montaña por Los Filabres. Una sierra que contiene colosos muy famosos como Calar Alto, Velefique, etc. Pero que también esconde otros como Santillana, Enix, Padilla, aunque sigue siendo Granada. Y un sinfín de pequeñas cuestas en la zona oriental. Una buena subida en Turre, llamada Sierra Cabrera, también es un bonito final de etapa al que se puede dar varios pasos.
Para ver más opciones orográficas y completar información sobre las mencionadas, recomendamos visitar el sitio web Andalucía Cicloturismo.
Escrito por Jorge Matesanz & Martín Cerván
Foto: Andalucía Cicloturismo