Val Thorens, Francia, 20 de julio de 1994. Día Nacional de Colombia. En la 17ª etapa del Tour de Francia, con final en la estación de esquí saboyarda, en el paso por el Col de la Madeleine, se escapan tres ciclistas: Piotr Ugrumov y Bjarme Riis, ambos del Gewiss-Ballan, junto a Nelson Rodríguez Serna, del ZG Mobili-Selle Italia-Bottecchia. Riis se vacía para que Ugrumov se acerque en la general a Indurain, mientras que el colombiano de Manizales, apodado “Cacaíto” porque su padre trabajaba en una chocolatería, hace de convidado de piedra para dar un “único relevo”, el último, a 200 metros. Así lo recordaba Rodríguez: “Mi director me ordenó no dar relevos, porque a él le interesaba más abrir hueco en la general. Eso no le gustó y empezó a dar tirones para descolgarme. Yo entonces le decía ‘piano, piano, que no voy bien’, y entonces él apretaba aún más. Yo le insistía que ‘despacio’, pero lo que quería era desgastarle, porque sabía que en un esprint en subida le podía batir.” El director no era otro que Gianni Savio, que considera esta victoria como, posiblemente, la más grande de su carrera: “Con Nelson obtuve una de las más grandes satisfacciones de toda mi carrera como mánager: La victoria de etapa del Tour de Francia en Val Thorens sobre Ugrumov y Pantani. Esa es una hazaña que me produce una satisfacción superior a la de ganar el mismo Tour. Nelson fue siempre como un hijo para mí y agradezco a mi esposa haberse ocupado de la crianza de mis hijas porque yo estaba ocupado con la formación de Cacaíto.”
Giovanni Savio, más conocido como Gianni, nació en Turín en 1948. Siempre elegante, con su traje italiano, su bigote arreglado y su característico pelo, primero plateado y luego ya completamente blanco. Probó con el fútbol mientras estudiaba, en equipos regionales, y llegó a coincidir y trabar amistad con el mítico delantero Paolo Rossi. Savio se graduó en Economía y Comercio. Su relación con el ciclismo comienza no tanto por elección propia como por una cuestión familiar: su abuelo, Giovanni Galli, después de retirarse como ciclista en tiempos de Costante Girardengo, antes incluso de que existiera el Giro de Italia, montó una fábrica de llantas y frenos para bicicletas, llegando a copatrocinar en los años 80, desde su nacimiento en 1982, el equipo de la familia Reverberi, con el ciclista Davide Cassani como líder. Ese equipo tenía entonces como patrocinador principal a Termolan y, más tarde, a Santini. Como curiosidad, Gianni Savio aprendió el oficio con Bruno Reverberi en una estructura que con los años se convertiría en su principal rival dentro de Italia, el actual Bardiani-CSF-Faizanè. El primer año de Savio oficialmente en el staff como director deportivo sería la temporada 1986, en el llamado Santini-Cierre-Conti-Galli. Desde allí, Gianni dio el salto en 1989 como director de un equipo que ya sería el germen del futuro Androni. En ese año 1989, el equipo corrió con licencia suiza, también con el abuelo Galli entre los patrocinadores, como Eurocar-Mosoca-Galli. En el equipo destacaba un jovencito Andrea Tafi, que consiguió muy pronto sus primeras victorias. Además, Savio inicia su labor de cazatalentos en América, fichando al mejor ciclista venezolano de la época, Leonardo Sierra, apodado el “León de Maporal”, quien al año siguiente, ya con el maillot de Selle Italia-Eurocar-Mosoca, el 3 de junio de 1990, se llevaría la décima etapa del Giro de Italia, con el mítico final en Aprica, tras más de 100 kilómetros de fuga en solitario. Otra gran victoria inolvidable para Savio de uno de sus ciclistas fetiche: “Desde la primera vez que lo vi, me impresionó. Leonardo tenía la figura ideal junto con una fuerza física y mental dignas de admirar fue un escalador recio y de potencia, con habilidad arriba de la máquina, resistente a los ataques y astuto en el pelotón. Se defendía con inteligencia en el terreno llano, en el descenso, en los remates en grupo y no desentonaba, pero además era muy disciplinado.“
El equipo de Savio comenzó a frecuentar pruebas en América, principalmente la Vuelta al Táchira y la Vuelta a Colombia. Como Selle Italia (1990-1991) y luego como ZG Mobili (1992-1995), Gianni Savio dirigiría a plantillas que combinaban ciclistas jóvenes y veteranos con los que lograba resultados muy destacados: Giro del Friuli 1990 (Sierra), Giro del Trentino 1991 (Sierra), Giro del Lazio 1991 (Tafi), Coppa Agostoni 1992 (Stefano Colagè), GP Industria & Commercio di Prato 1992 (Sierra), una segunda etapa en el Giro 1993 (Massimo Ghirotto) y dos más en el Giro 1994 (Ghirotto y Andrea Ferrigato). Además, en 1995 Gianni Savio acude a su primer mundial, dentro del equipo técnico del seleccionador de Colombia, Fabio Parra. Años después, Savio terminaría siendo seleccionador tanto de Colombia como de Venezuela en varios mundiales de carretera, en un ciclo de 10 años, hasta 2012, que, además, incluyó los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, con Colombia, y Pekín 2008 y Londres 2012, con Venezuela. Como seleccionador, logró otra de sus victorias más recordadas, en el mundial de contrarreloj de Zolder 2002, el primer título mundial absoluto para Colombia, el de Santiago Botero: “Botero, con su victoria en la contrarreloj de Zolder de 2002, es sin duda el corredor que más satisfacciones me ha dado como seleccionador. Soy por ahora el único seleccionador de un país latinoamericano que ha ganado un campeonato mundial de categoría profesional. Entre otras cosas, recuerdo que en la Vuelta a España de 2002, Santiago no se encontraba en forma y logré convencerlo para que participara, llamándolo por teléfono casi todos los días.“

En 1996, surge oficialmente el actual equipo Drone Hopper-Androni Giocattoli, ya con Gianni Savio como cabeza visible y dueño del proyecto. En ese año 1996, se fusionan el Gaseosas Glacial colombiano y el italiano ZG Mobili-Selle Italia. Con el tiempo, irán alternando la licencia italiana con las de Colombia y Venezuela. También el nombre del equipo variará en función de los patrocinadores, siendo los principales los que aparecían en el nombre oficial del equipo cada año, como Selle Italia (1996-2007), Diquigiovanni (2007-2009), Androni Giocattoli (2008-2022) y Sidermec (2009-2021), además de las federaciones de ciclismo de Colombia (2002-2005) o Venezuela (2008-2014).
Si hay un corredor que ha marcado estos años del equipo Androni ha sido otro venezolano, José Rujano, “el Cóndor”, quien llegó al equipo de Savio en 2003 y tuvo dos épocas con él (2003-2006 y 2011-2012), logrando en total 3 etapas del Giro de Italia. Sin duda otro momento álgido para Gianni como director deportivo fue aquella etapa en Finestre, camino de Sestriere, en el Giro de 2005, en la que Rujano afianzó el podio e incluso inquietó a Savoldeli y Simoni. Tras cinco años sin rumbo del Cóndor (descritos en la prensa italiana como: “fiestas, señoritas, guitarra y sangría“), Savio logró que Rujano volviera a ganar en el Giro, pero todo volvió a acabar en un tremendo desencuentro entre ambos. En 2013 así hablaba Savio sobre Rujano: “Es muy triste ver un ciclista como él, el máximo talento que yo tuve en 30 años. Pero a su gran valor atlético no fue correspondido por su perfil profesional. Podría ser millonario, pero él se arruinó sólo. Lo descubrimos, lo hicimos progresar de a poco. Llegó al podio del Giro y pensó que era un Dios. Se fue mal de Androni, se fue a estructuras más grandes y no hizo nada, incluso al Caisse d´Epargne en 2008 y lo mismo. Pensé que con Unzué, un gran señor y mejor técnico, volvería a ser lo que fue pero nada. Cuando hablé con Eusebio me pidió que ni se lo mencione.”
Complicado seleccionar entre el resto de victorias de Gianni Savio como director deportivo o como mánager. El Giro de Italia fue el principal objetivo para Savio y sus patrocinadores, con numerosas etapas, además de las 3 de Rujano: Carlos Contreras en 2001, dos de Iván Parra en 2005, Alessandro Bertolini en 2008, dos de Michele Scarponi y una de Leonardo Bertagnolli en 2009, otra de Scarponi en 2010, una de Ángel Vicioso en 2011, una de Miguel Ángel Rubiano y otra de Roberto Ferrari en 2012, la última de Fausto Masnada en 2019. También lograron en el Giro el maillot de la montaña, con Freddy González en 2001 y 2003, con Rujano en 2005.
Sin embargo, el equipo de Savio demostró desde los años 90 la importancia de un ciclismo global. Trazó un calendario en el que sus ciclistas podían crecer y destacar. Muchas de sus victorias llegaron en pruebas modestas, sintiendo predilección por la Vuelta al Táchira (Venezuela), el Tour de Langkawi (Malasia), el Tour du Senegal, el Tour du Fasso (Burkina Faso), el Tour de San Luis (Argentina), el Tour de China I y II o el Tour de Ruanda. Allí rindieron al máximo ciclistas como José Serpa, Hernán Darío Muñoz, Alberto Loddo, Mattia Gavazzi, Matteo Mualucelli, Iván Ramiro Sosa, Jonathan Restrepo o Kevin Rivera.
Gianni Savio no puede evitar comentar orgulloso que él fue quien dio la oportunidad a un chaval flaco y desgarbado en Europa, el colombiano Egan Bernal, en Androni en 2016 y 2017. Con Savio, Bernal aprendió el oficio, ganando ya en su primera temporada el Tour de Bihor – Bellotto 2.2 en Rumanía y, al año siguiente, Le Tour de Savoie Mont Blanc 2.2. y el Sibiu Cycling Tour, antes del Tour del Porvenir y fichar por Sky, con el consentimiento de Gianni. Savio recibió una de las primeras llamadas que hizo Bernal nada más ganar el Tour de Francia en 2019. Según el mánager italiano: “Egan es un atleta fuerte, es un campeón, pero sobre todo es una gran persona. Él conserva la sensibilidad de cuando empezó con nosotros a los 19 años Él no pasó por la categoría Sub-23, corrió directamente con los profesionales. No es fácil para un joven llegar a ser un gran campeón tan pronto, no es fácil conservar la humildad. Cuando él decide atacar y hacer una progresión en subida los otros no lo pueden seguir.”

El perfil de hombre de negocios y habilidoso relaciones públicas de Gianni Savio es el que ha logrado mantener al equipo durante las últimas 27 temporadas. Cada año ha logrado sacar adelante al equipo con un alto número de patrocinadores en lugar de centrarlo todo en uno. Por ejemplo, en 2022, ha contado con hasta 38 sponsors. Siempre ha sido difícil incluirlos a todos entre el maillot y el culotte de cada temporada. Así explicaba en 2009 su estrategia el propio Savio: “El secreto está en contar con muchas pequeñas firmas. Es más fácil convencer a alguien para que te dé 300.000 euros, que no a un gran patrocinador que ponga a tu disposición tres millones de euros. Además, de esta forma, tú siempre eres el dueño del equipo y no hay injerencias.” En estos años, muchos de esos empresarios, como Mario Androni de la conocida marca de juguetes o Pino Buda de Sidermerc, han pasado a ser más que eso para Gianni. Esas amistades han sido el apoyo principal para la supervivencia como equipo profesional cada año.
Durante el mes de septiembre de 2022 saltaba la noticia: el mánager general del equipo ciclista italiano Drone Hopper-Androni Giocattoli no podía garantizar que el equipo continúe en 2023 y daba libertad a sus corredores para buscarse la vida. Malas noticias. El patrocinador español, la start-up Drone Hopper especializada en drones, no acaba de despegar y, pese a que se había comprometido con el equipo por 3 años, hasta 2024, no puede asegurar el cumplimiento de su contrato. El equipo cuenta con grandes promesas que seguramente encuentren acomodo pronto, como Santiago Umba, Didier Merchán o Andrii Ponomar. Ya han confirmado la salida el eritreo Natnael Tesfazion (Trek-Segafredo), Andrea Piccolo y Jefferson Cepeda (EF Education-EasyPost). Savio se debate entre la desaparición del equipo ProTeam o plantearse bajar a la categoría UCI Continental, que requeriría de menor presupuesto. Una noticia dura para un equipo que en casi todas las últimas temporadas ha sido el mejor equipo profesional italiano y uno de los que más victorias ha acumulado. Con 74 años cumplidos, ¿habrá llegado el momento de la jubilación para Gianni Savio? Aún no lo sabemos, pero desde luego que su vida al volante del Androni da para escribir unas interesantes memorias.
Escrito por: A. M. Fuente (aka Viktor Frankenaerts: @cyclinggeo)
Foto de portada: Gian Mattia D’Alberto / RCS Sport