En primer lugar, el que suscribe quiere recordar que este artículo debe leerse con dos premisas:
- Es indiscutible que Valverde es un atleta excepcional con una capacidad de automotivación y unas ganas de ganar enormes.
- Usualmente, el autor, por su formación científico-técnica, suele utilizar datos objetivos y mesurables. En este caso no será así. Se trata de un artículo de opinión y, por tanto, sometido a los avatares de la variabilidad humana.
Dicho esto, ya podemos continuar en nuestra exposición.
El autor ya realizó un artículo comparativo de los triunfos de Valverde y la calidad de estos. No volveremos a discutir ese punto, si no de la necesidad mutua de Valverde y Movistar, uno es amarrategi (el equipo) y el otro quiere que lo sea (Valverde). Encajan a la perfección, como el símbolo del Ying y el Yang, pero sin complementarse, ya que ambos son la misma cosa.
Reflexión número 1: Valverde/Movistar ha hipotecado el desarrollo de otros miembros del equipo.
Cuando vemos equipos como Quick Step, Jumbo, Bahrain, etc. lo primero que los diferencia de Movistar es que en ellos hay más candidatos al triunfo, y, aunque tienen sus estrellas prioritarias, hay bastante variación de corredores con triunfos durante la temporada.
¿Ha tenido Movistar mala suerte histórica en los fichajes y nunca le ha salido uno lo bastante bueno? O, simplemente, ¿se han puesto todos los huevos en la misma bandeja y prefieren jugar a resultado (casi) seguro?
Hemos visto ex Movistar en otros equipos que no son una estrella top, pero que algún triunfo al año cae, cosa que era muy difícil en el equipo telefónico, porque solo se trabaja para Valverde. Solo citaré Izagirres, Herradas, CastroViejos (este lo pongo en plural porque vale por dos), etc., que algún pinito se han marcado.
Esos otros equipos antes evocados no trabajan el binomio, si no el polinomio, y ya se sabe que en un binomio si un factor desaparece se queda cojo. Gabo diría: “crónica de una muerte anunciada”, el autor es más simple y utiliza el consabido “os lo dije”.
Como me dijo un profesor de golf cuando vio mi largo swing improvisado: “Pan para hoy, hambre para mañana”, pánico en Movistar al final de la presente temporada.
Reflexión número 2: ¿Se ha comportado Valverde como equipier?
Así como en Quick Step hemos visto a Alaphilippe trabajar y sacrificarse por el triunfo de un compañero, eso no entra en la mente del animal de ganar que es Valverde. Incluso le hemos visto abroncar a un compañero de toda la vida por haber entrado delante de él en una CRE inaugural e impedirle coger el maillot de líder desde el principio.
Cuando Valverde ve que está perdido en la clasificación no suele quedarse para ayudar al equipo. Él siempre está ahí para ganar, lo cual es muy loable y dice mucho de su espíritu competitivo, pero hay que saber también premiar de vez en cuando a quien tanto te ayuda.
Reflexión número 3: ¿Ha sido productivo buscar resultados top ten o top 20 en generales y dejar pasar más que posibles triunfos de etapa?
¡Esta me la sé, es muy fácil! NO, pero a Movistar le gusta asegurar resultados, aunque sean clasificaciones menores que nadie va a recordar.
Reflexión número 4: ¿La renuncia de Valverde a ciertas carreras de prestigio, priorizando carreras menores es una estrategia de baja estopa, o, por el contrario, totalmente pensada?
He de confesar que esta reflexión es muy reciente, y muy condicionada por la experiencia del autor esta temporada en el Tour de Flandes, donde se apreció la carrera desde dentro.
El pensamiento siempre había sido que Valverde, con sus piernas mágicas fuera de serie, podría haber ganado no más, pero sí mucho mejor. Alejandro mismo siempre indicó que prefería esas pequeñas vueltas locales a los monumentos históricos (me refiero a carreras ciclistas, obviamente), y ahí le asignaba un IQ ciclista, digamos reducido. Pero después de ver Flandes, los muros, el frio… una reflexión apareció: ¿y si en vez de un IQ ciclista menor, fuese al revés, excepcional? ¿Y si no iba a esas carreras que todos nos hemos quedado con las ganas de verle ganar, porque sabía que no iba a ganarlas? (estrategia Arkéa en esta temporada). Me quedo con la duda.
Reflexión número 5: ¿Y si Nairo tenía razón y perdió un Tour por amarrar un podio de Valverde?
Pues cada vez las certitudes van ganando más a las dudas. Pido comodín de la reflexión número 1.
Como decían en la película Stigmata: “Il messaggero non é importante”. No condenen al autor antes de tiempo y dense el tiempo de reflexionar las reflexiones, valga la redundancia.
BONUS spoiler EDMP: Creo que para Movistar a corto plazo será malo el “lastan” [Last Dance], pero si sabe reorientarse será altamente productivo.
Escrito por Xavier Palacios (@CyclingSsc)
Foto: Sprint Cycling Agency / Movistar Team