Título: El Giro de Italia (Dino Buzzati al Giro d’Italia)
Autor: Dino Buzzati
Editorial: Gallo Nero
Edición en castellano: junio 2014
Despedimos una nueva edición del icónico Giro de Italia con la reseña de un libro que tiene como autor a uno de los más grandes escritores del s.XX italiano, y por extensión de la literatura europea, Dino Buzzati. El genial y original autor transalpino participó en el Giro de Italia como corresponsal del Corriere della Sera en el año 1949, escribiendo una serie de 25 artículos sobre la carrera que aparecieron recogidos diariamente en el periódico, y que fueron convertidos en libro 30 años después por iniciativa de Claudio Marabini.
Pese a ser una serie de artículos, el libro configura un todo unitario, como bien anuncia en el prólogo el propio Marabini. En sus páginas nos encontramos con un Dino Buzzati debutante en una caravana ciclista, con lo que podemos disfrutar de su ojo imparcial satinado de su delicioso estilo. Por un lado, podemos sentarnos a leer para descubrir una auténtica muestra histórica de la sociedad italiana del momento, con sus diferencias entre norte y sur, sus zonas rurales, sus preocupaciones y problemas. Por otro, la crónica deportiva se convierte en una especie de epopeya, con sus protagonistas y antagonistas, vencedores y vencidos, héroes y villanos. Con Fausto Coppi y Gino Bartali como principales personajes, Dino Buzzati compone un maravilloso fresco lleno de admiración por este deporte y por sus protagonistas.
En los 25 capítulos que corresponden a otros tantos artículos, podremos conocer los nombres de los mejores ciclistas italianos que luchaban a la sombra de los dos gigantes de la época: Fazio, Leoni, los hermanos Rossello, Pasotti, etc. Descubriremos con cierto asombro que las críticas de falta de ambición de los líderes de las carreras no son cosas del siglo XXI, y que ya en 1949 se protestaba por la indolencia de las figuras en la mayoría de las etapas (aunque veremos también cómo la forma de atacar en las decisivas montañas ha cambiado radicalmente de entonces hasta ahora).
La victoria heroica y aplastante de Fausto Coppi, con su elegancia y don de gentes, contrasta con la derrota de un Gino Bartali castigado por el paso de los años, y caracterizado con su espíritu estoico y su proverbial pundonor. La lucha entre los dos grandes de la historia del ciclismo italiano, aunque desigual en esta edición, termina llevándose al extremo de la épica al ser considerada como una lucha entre Aquiles (Coppi), beneficiado del favor de los dioses, y Héctor (Bartali), condenado por el destino a morir en manos del héroe griego.
Un libro imprescindible para los que les guste la historia de nuestro querido ciclismo, pero también para los amantes de la buena literatura, que podrán disfrutar o descubrir la siempre maravillosa pluma del autor de El Desierto de los tártaros.
Terminamos con una cita del libro, en el último día de carrera, que resume lo que el ciclismo es y será siempre:
“Durante diecinueve días, con estupor, los hemos visto galopar, con la sola fuerza de sus piernas, por toda la Península e incluso por los barrancos de los Alpes. Una centésima parte del esfuerzo realizado por el último de ellos habría servido para dejarnos muertos aún veinte años atrás, cuando éramos jóvenes […], ¿Qué quedaba ahora de aquella terrorífica empresa? […] ¿Qué había sido, pues? ¿Un sacrificio derivado de una obsesión carente de sentido?
Y sin embargo, a medida que esos hombres iban de ciudad en ciudad, la gente -¡qué maravilla!- dejaba a un lado lo que tuviera entre manos […], esperaba bajo la lluvia y el sol durante mañanas enteras […] a lo largo de cuatro mil kilómetros, y nunca eran los mismos del día anterior; un sentimiento nuevo los poseía […] eran felices, completamente felices, y desde aquí podemos dar fe de ello.
Así pues, ¿sirve de algo una cosa tan estrafalaria y absurda como dar la vuelta a Italia en bicicleta? Por supuesto que sí: es una de las últimas provincias de la fantasía, un baluarte del romanticismo, que, sitiado por las sórdidas fuerzas del progreso, se niega a darse por vencido.”
Escrito por Víctor Díaz Gavito (@VictorGavito)