Título: Lizzie Armitstead. Steadfast – My Story.
Autor: Lizzie Deignan con William Fotheringham.
Editorial: Blink Publishing
Primera edición: 1. ª edición de agosto de 2017 (inglés).
Agosto 2016. Daba comienzo el mes de los JJ. OO. y el tabloide británico Daily Mail soltaba el bombazo: Lizzie Deignan – entonces Armitstead – había sido autorizada cautelarme por el TAS a competir tras ser suspendida provisionalmente por la UKAD, la agencia británica antidopaje.
Quedaban escasos cinco días para la disputa de la prueba en línea de los Juegos Olímpicos de Río 2016 cuando nos sorprendía la noticia de que la vigente campeona del mundo – y una de las favoritas para Río – había estado a punto de perderse la gran cita del año, y ser sancionada dos años, por tres presuntas violaciones sobre su paradero en el sistema ADAMS, la plataforma en la que el deportista debe indicar para cada día su localización y al menos un intervalo de una hora para la posible realización de un control antidopaje.
Un mes antes de proclamarse campeona del mundo Lizzie “se había saltado” un control antidopaje fuera de competición. Un mes después de Richmond 2015 recibía la notificación de que había incurrido en una segunda violación, una discrepancia entre la información de localización que había introducido en el sistema. Dos infracciones en dos meses dejaban a Deignan a una sola falta del abismo durante los próximos diez meses.
El libro comienza con Deignan rememorando su viaje en coche de Mónaco a Lausagne para una vista ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en julio de 2016. Dos semanas antes, el 11 de julio, la británica había sido suspendida provisionalmente por la UKAD, la agencia antidopaje británica, tras haberse saltado un control antidopaje fuera de competición el 9 de junio.
Las horas, días y semanas previos y posteriores a la audiencia y resolución de que la primera de sus presuntas violaciones en su paradero, el control antidopaje fuera de competición en Vårgårda en agosto de 2015, no había sido tal (el oficial antidopaje no había seguido el protocolo para localizar a la ciclista en su hotel) así como la repercusión y consecuencias de esta, suponen el argumento central de varios de los capítulos del libro.
Steadfast no un libro sobre el escándalo en el que se vio envuelta la británica, es mucho más. Como su propio nombre deja entrever, este nos acerca al carácter firme e implacable de la británica. Es un libro que permite acercarnos al mundo personal y deportivo de la estrella de Otley.
En él Lizzie nos va narrando desde la infancia y adolescencia cómo su vida gira en torno a su familia y el papel relevante que la actividad física tiene en ella. Sin embargo, el ciclismo, al menos como deporte, nunca formó parte de su núcleo principal, hasta que de repente a sus catorce años de edad y justo antes de las vacaciones de verano, fue identificada como un talento potencial por British Cycling en unas pruebas realizadas en su instituto.
Comienza entonces una de las relaciones más fructíferas de nuestro deporte, para la deportista y para la federación ciclista. Deignan es y ha sido un diamante bruto de extraordinarios rendimientos para la asociación británica y el gran ejemplo del tránsito desde la pista hacía la carretera como una ciclista total.
En el libro nos muestra como gracias a British Cycling Lizzie ha ido descubriendo, paso a paso, el ciclismo como deporte competitivo y todo lo que el conlleva: la presión, las relaciones, convivencia y confianza con otras ciclistas y entrenadores, la desigualdad de genero, el cambio generacional y el desarrollo de un paradigma hasta convertirse en la referencia del deporte en su país e internacionalmente.
Pero no todo son alabanzas… El sistema o paradigma británico también deja mucho que desear y Lizzie no se muerde la lengua. Es justa y honesta. Alaba y critica. También hace lo propio con la referente cuando Deignan llegó a la carretera, Nicole Cooke. Pero a veces también recoge cable. Comprendiendo o justificando tanto el comportamiento de Cooke como el de algunos de los ciclistas que públicamente la criticaron cuando su «affaire» se hizo público.
Quizás sea parte de su carácter firme, casi ataráxico o su capacidad empática para ponerse en la perspectiva de sus competidoras. Pero lo cierto es que Deignan se moja en su libro. En especial en el tema de la desigualdad de género y de las personas y organizaciones que forman parte de ello.
Lizzie deja claro que desde bien pronto la marca Cervélo se convirtió en el ideal o estándar de equipo con plantilla masculina y femenina, de como tratar justa y honestamente a ambos. Sin embargo, decisiones empresariales llevaron a está a juntarse con la sociedad Slipstream Sports, LLC de Jonathan Vaughters y todo cambió.
En el libro se manifiesta el carácter malabarista, casi de adolescente estadounidense — ese que piensa que todo se soluciona solo por ciencia infusa —, que trató y en efecto dejó a buen número de corredoras, con contrato, en la estacada. JV, esencia pura. Además de un incidente que, aunque aparentemente vinculado a otra de las personas de alta responsabilidad y jerarquía de la organización de Slipstream Sports, dejan mucho que entrever y desear de esa nueva visión y perspectiva que «el bueno de Jonathan» venía a aportar al ciclismo.
Steadfast es un libro en el que Deignan también nos deja clara la preponderancia y la trascendencia de Bélgica y Países Bajos en el calendario ciclista internacional. Ahí es donde las potenciales y actuales pistards británicas acuden para curtirse en los años «juveniles» de Deignan — y donde medio mundo sigue haciéndolo hoy en día —.
Allí Deignan comienza a descubrir un nuevo mundo; el gusto por el betún y las piedras. Poco a poco, quermés a quermés, va curtiéndose y desarrollándose como ciclista de carretera hasta convertirse en la estrella que es hoy en día.
Una estrella capaz de brillar en cada uno de los días del calendario de adviento belga-neerlandés del ciclismo. Desde el comienzo oficioso de la temporada con la Omloop Het Nieuwsblad hasta la disputa de la Roonde Van Vlaanderen; prueba a prueba, cada una de ellas como una nueva casilla o ventana del calendario de adviento.
Un calendario de adviento de especial gusto para la británica tanto por su prueba final, en la que logró vencer finalmente — tras mucho sufrirlo y desearlo — en 2016 como por su prueba «fetiche» o nostálgica: la Tielt-Winge. Lizzie ganó allí por primera vez en 2012. Horas después de ganar, esperando su vuelo de Bruselas a Mónaco, su padre le comunicó la trágica noticia: su tío Andy se había ahorcado.
Un terrible varapalo para Lizzie y su entorno. Pero un motivo más para, año tras año, tratar de disputar una prueba que, tras la pérdida o conversión de la chispa de la juventud, cada vez se le ajusta menos. Y es que con los años, los cuerpos, las mentes y los conocimiento cambian. Generalmente a mejor.
Y eso también nos lo describe la británica, contándonos la transición hasta su madurez, los importantes cambios a nivel de nutrición, enfermedades o salud, planificación de entrenamiento o sobreentrenamiento.
Un libro muy recomendable para el aficionado ciclista; la única pega pueden ser las varias erratas que se suceden en los nombres de algunos de los ciclistas que se enuncian en el libro. Sin duda, esperamos que el libro tenga al menos una segunda parte, mas aun cuando en el capitulo final Deignan cita una ulterior maternidad como fecha de retirada definitiva.
Deignan deja claro en su libro que a diferencia de dos estrellas británicas como Jessica Ennis-Hill y Sarah Storey ella no será capaz de regresar al deporte competitivo tras ser madre ni compaginarlo. Con una París-Roubaix en su palmarés tras su primera maternidad y camino de su segundo regreso competitivo ya sabemos que: «donde dije digo, digo Deignan».
Escrito por Diego Martín (@MartinTheCaleb)