Título: Malabrocca. Un uomo solo… al fondo
Autor: Roberto Lauciello
Editorial: ReNoir Comics
Primera edición: 2019
Italia, década de los 40, en plena resaca de la terrible II Guerra Mundial. En un país devastado por los delirios de grandeza del dictador Mussolini, el ciclismo se impuso para fabricar una leyenda imborrable. Los duelos míticos de Fausto Coppi y Gino Bartali, ante la atenta mirada del tercero en discordia, Fiorenzo Magni, elevaron al ciclismo a una categoría que trascendía el deporte para ser parte de la esencia de un país que tiene en la pasión más pura por sus héroes una de sus señas de identidad.
Y cómo no, el Giro de Italia se convirtió en el centro de esas pasiones; en el orgullo máximo de los siempre ruidosos y entregados tifosi. Y allí, en aquella competición en la que las costas más bellas dan paso a las montañas más afiladas, surgió la figura de un perdedor único; un buen ciclista que hizo de la derrota una oportunidad única de ganarse el pan.
Luigi Malabrocca, conocido también como “Luisín”, “Mala” o “El Chino”, por sus característicos ojos rasgados que le daban aspecto oriental, pasaría a la historia ligado a la maglia nera; jersey negro que en aquella época sirvió para distinguir al último clasificado de la prueba. Nacido en Tortona, en la provincia piamontesa de Alessandria, a poco más de veinte kilómetros de la casa de su amigo Fausto Coppi en Castellania, fue un buen corredor que comprendió muy pronto sus limitaciones e hizo de ellas virtud. Con sus condiciones, nunca podría batirse el cobre con los grandes campeones, así que tendría que encontrar otra manera de alcanzar la fama, el reconocimiento y, por supuesto, los premios. Desde entonces, desarrolló todo tipo de tretas para desaparecer y reaparecer en la carretera, en el momento justo para llegar dentro del control, pero siempre afianzándose como el último de los supervivientes.
Su personalidad y su forma de correr le hizo ganarse la simpatía de los aficionados, y alrededor de su figura nació un personaje fundamental en la narrativa de la Italia de postguerra. Dentro de ese universo literario, que podría también recordar a nuestra novela picaresca, se inscribe el cómic del historietista italiano Roberto Lauciello del que se ocupa esta reseña.
El libro, editado en 2019 por ReNoir Comics, tiene como título “Malabrocca. Un uomo solo… al fondo”, en un claro homenaje a la mítica frase del locutor Mario Ferretti durante la exhibición de Fausto Coppi en la etapa alpina del Giro de 1948, entre Cuneo y Pinerolo: Un uomo solo è al comando...
Roberto Lauciello sitúa su historia en la pianura padana, un 12 de junio de 1949. Es la última etapa del Giro de Italia, y Luigi Malabrocca compite con su gran rival, Sante Carolo, por recuperar el último puesto y volver a ganar la maglia nera, que ya había logrado en los años 46 y 47. En aquella jornada, “El Chino” logró rizar el rizo, pues fue capaz de ser derrotado en su derrota por un estrepitoso fallo de cálculo o exceso de confianza. Estiró tanto su desventaja, que cuando llegó a la meta ya no quedaba nadie: ni jueces, ni cronometradores, ni público. Se le otorgó el tiempo del pelotón y la distinción de último clasificado quedó en manos de Carollo. Aquel día, Malabrocca decidió abandonar para siempre su lucha por la casaca negra, distintivo que dejaría de existir dos años después, en 1951,
El cómic se desarrolla en una granja en la que Malabrocca se refugia mientras espera a que pase el tiempo para llegar a meta más tarde que Carollo. El carismático ciclista piamontés acaba siendo agasajado por la humilde familia propietaria de la granja, mientras hace un recorrido por sus recuerdos, contando las mejores anécdotas de su carrera para disfrute de los niños de la casa, mientras la mamma le regala con las mejores viandas de la zona. A través de flashbacks narrados en primera persona por el protagonista, el autor nos presenta la cautivadora historia del personaje, y nos muestra en rápidos trazos las fabulosas hazañas que hicieron del ciclismo algo cercano a una religión en la Italia de postguerra.
El libro cuenta además con una breve y bella introducción, titulada “Beati gli ultimi” [Dichosos los últimos] a cargo del histórico periodista italiano Marco Pastonesi. Nada desdeñable tampoco el cuaderno de apéndices al final del ejemplar, entre los que destacan los interesantes documentos gráficos sobre el protagonista; un cariñoso recuerdo de la nieta de Malabrocca, de nombre Serena; y una galería con borradores y estudios previos por parte del dibujante y autor del cómic.
Malabrocca. Un uomo solo… al fondo es un soplo de aire fresco en la manera de tratar historias del ciclismo de antaño, y hace justicia a la leyenda de un personaje carismático y especial, que contribuyó a hacer del Giro de Italia una carrera tan diferente y mágica. Ojalá algún día podamos disfrutar de una versión en castellano de esta muy recomendable novela gráfica.
Escrito por: Víctor Díaz Gavito (@VictorGavito)