Richard Carapaz, la locomotora del Carchi, está en un momento decisivo en su carrera profesional. A las puertas de la madurez ciclista con 29 años, se dispone a firmar un buen contrato con la intención de ganar una Gran Vuelta. No oficial pero si oficioso parece que el ecuatoriano correrá con el colorido EF de Jonathan Vaughters la temporada que viene.
La temporada de Richard, todavía con el objetivo de ganar la Vuelta que comienza esta semana, está siendo regular pero sin conseguir grandes objetivos. Después de un 2021 espectacular para él con el oro olímpico en Tokio, el pódium logrado en el Tour de Francia y la general de Suiza, este año está quedándose a las puertas de las victorias con segundos puestos en el nacional de Ecuador, el Giro de Italia y la Volta a Catalunya. Sin duda la Vuelta es su última oportunidad de ganar este año y la última carrera con su equipo INEOS Grenadiers.

La carrera de Richard está marcada por la búsqueda del liderazgo en el equipo. Su irrupción en el Giro 19 venciendo a hombres como Nibali, Roglic o Landa le puso en el escaparate mundial como un posible dominador de Grandes Vueltas. Movistar se frotaba las manos viendo un posible sucesor de Nairo Quintana pero la gran oferta de Ineos le alejó del equipo telefónico no sin antes generar una gran polémica.
En unos años en los que la nueva generación de talentos está ganando Grandes Vueltas siendo todavía válidos para el maillot de joven (Bernal, Pogacar, Tao…) hace que corredores como Carapaz busquen un equipo que liderar ofreciendo su experiencia. Parece que EF, con un Urán ya en el ocaso de su carrera y Carthy que no ha terminado de coger los galones del equipo para liderar, es un equipo ideal para liderar el Tour y amenazar a los jóvenes Vingegaard y Pogacar.

Si algo ha demostrado tener en las 4 últimas temporadas Richard Carapaz es la regularidad, siendo pódium en alguna de las Grandes Vueltas.
Giro 2019 (1º)
Vuelta 2020 (2º)
Tour 2021 (3º)
Giro 2022 (2º)
Virtud codiciada pero a la vez desapercibida para muchos, si se materializa el fichaje por el equipo EF significará dar un salto de calidad muy grande para el equipo americano, en busca de un líder que pueda ofrecer esos puestos de honor de los que carecen en los últimos tiempos. Sorprende incluso la aparente facilidad con la que se ha realizado el fichaje sin existir una gran puja por el ecuatoriano. El tiempo dará la razón o no pero desde luego el 2022 será un año clave para Richard.
Escrito por Unai Lacalle
Foto de portada: Photogomezsport