Opinión

Samuel Sánchez, Asturias, el CLAS y la escuela asturiana del ciclismo

Faltaría Fernando Alonso en el título, pero excede de caracteres. En toda Asturias el ciclismo es religión. No hay que ser adivino, ya que ante cualquier competición ciclista los aficionados salen a las cunetas a aplaudir a rabiar a los esforzados de la ruta. Ruta que de por sí está repleta de bicicletas y dueños que a sus lomos intentan culminar cumbres más complicadas cada vez. Son parte del paisaje, una decoración y atractivo más para una región que está siendo un duro competidor para otras costas veraniegas. 

La variedad de terrenos y versatilidad de una visita al norte está haciendo despertar a muchos que evitaban acudir debido a un falso mantra de que sólo llueve en la ‘tierrina’. El tiempo es cambiante, es cierto, pero qué región se libra de ello hoy día. Por otro lado, difícil es no enamorarse de estas montañas, paisajes y gentes. Tanto que es fácil engancharse a la bici para llegar a los lugares más recónditos, descubrirlos una y mil veces, y transportarse allí con mayor facilidad. El esfuerzo tiene gratas recompensas en forma de regalo a los ojos. Allá donde mires, tienes qué ver. 

Más allá del cicloturismo, Asturias es referente de la Vuelta, la de tres semanas, la que año tras año exporta al mundo algunos de los colosos más seguidos y duros del ciclismo profesional. Los clubes y las escuelas han hecho el resto, aportando ciclistas listos para el profesionalismo, para que los equipos y competiciones puedan beber de esta pasión asturiana. De una de ellas salieron talentos que llenaron las mejores carreras con su presencia, culminado por el oro olímpico de Samuel Sánchez, que, si bien enfrió su figura con el positivo del año 2017, continúa siendo uno de los corredores con más carisma en el Principado, con la estatua del corredor aún vigente en Oviedo. 

Fernando Alonso, histórico piloto español, pensó invertir en el segundo deporte que más le apasiona, pero finalmente no pudo hacerse realidad debido a presiones y una gestión que por algún lado (si no los dos) pudo haber mejorado. Sin lugar a dudas, una lástima no concentrar la emisión de tanto talento, de difundir aún más una tierra que se vende sola. Ya existió el histórico CLAS, que dio algunos de los ciclistas más importantes del pelotón español y que posteriormente con la fusión con el Mapei italiano continuó la senda del éxito hasta dejar paso a la clásica marca transalpina que con tanta añoranza se recuerda. 

Quién no se acuerda de las aventuras del Tarangu a lomo de los Dolomitas en el Giro. O sus retos a grandes mitos como Merckx u Ocaña (casi nada). Un auténtico recital de ataques que le llevó a ser el vencedor de dos vueltas a España. Mucha presencia para una carrera corta. Otro que dio mucho al ciclismo español fue López Carril, podio en el Tour. Cima, Chechu Rubiera, Suárez Cueva, Domínguez… la lista es interminable y repleta de calidad y buenos triunfos. 

Escrito por: Lucrecio Sánchez  (@Lucre_Sanchez)
Fotos: @ACampoPhoto

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