Opinión Tour

Si Pello Bilbao no existiera, habría que inventarlo

Pello Bilbao gana en Issoire, en las inmediaciones de Clermont Ferrand, ciudad mítica para siempre en el ideario ciclista por su cercanía al recién rescatado del olvido Puy de Dôme. Supone la primera victoria de un ciclista español desde que en 2018 el vizcaíno Omar Fraile levantara los brazos en el aeródromo de Mende, también en el Macizo Central y bien cerca del lugar donde el Tour ha hecho justicia con el ciclista de Bahrain Victorious. Una alegría que no llena el hueco que dejó Gino Mäder, de quien Bilbao recogió personalmente el testigo de un euro por kilómetro escapado para plantar árboles.

Pello, aunque quizá no sea consciente de ello, ya ha sembrado semillas que en un futuro significarán nuevos ciclistas. Un corredor que encarna la moraleja del trabajo bien hecho, del escalar poco a poco, con poco ruido y con muchas nueces, como idealmente se deberían hacer las cosas en la vida. Pello es admirado y aplaudido por todos, maneja todos los terrenos, se sacrifica cuando debe, lidera cuando puede. Y cuando tiene la ocasión, rara vez la deja escapar. Ni siquiera en aquella ya lejana polémica con el seleccionador Momparler el vasco dejó de mantener su perfil bajo fuera de la carretera para ser antagonista del maximalismo de sus cualidades sobre ella.

La décima etapa del Tour venía de un día de reposo. Recobrar la marcha es peligroso para las piernas de muchos, y eso debió pensar Pogačar al inicio del día para dejarse poseer por el espíritu de don Alberto “Cid” Contador y liar la marimorena a sabiendas de que el huracán iba a amainar. Los locos son así, disfrutan de la creación del caos por el caos. Por eso nos gusta tanto este ciclista.

Vingegaard, por si caso, estuvo atento a todas. Ineos y Bora, no. Si esta partida era sólo para calibrar las respuestas, ésas fueron. La partida de ajedrez es blanco contra negro, los demás están a sus batallas, ajenos al primer y segundo puesto. Lo que no saben es que subirse a uno de esos vagones les puede facilitar el viaje a su objetivo.

La escapada de la que finalmente salió el vencedor de etapa tuvo numerosos integrantes, algunos célebres como un Julian Alaphilippe que está explorando sus orígenes en estas trifulcas bellísimas. Ciclistas de alta alcurnia entremezclados con ciclistas de minuto bueno en el tope de su forma. Sorprendente el letón Krists Neilands, ya un habitual. Mucho nivel, mucho Pello, que en la última recta fue imbatible. Ciclista que entre todo lo que tiene, tiene un rush final bastante importante.

Merecida e importante victoria, en lo real y en lo emocional. We ride for Gino, reza el bus y el maillot. Por él, como se encargó el mismo Bilbao de recordar emocionado en las entrevistas post etapa. De paso, los líderes tuvieron que ir enfilados un buen rato a causa del retorno del compañero de Mikel Landa al top cinco de la clasificación general. Jayco defendió la plaza de Yates, Alpecin luchó por luchar la etapa con Van der Poel comenzando a abrir la caja de Pandora con Van Aert a rueda. Primera vez mano sobre mano.

Un balón de oxígeno para el equipo Bahrain, que ya tiene a Pello en la pole ante las etapas decisivas del Tour y un triunfo en el haber. Con menos presión se digieren mejor los esfuerzos en el paso de los días y con menos urgencia en las fugas, donde la sangre fría es capital para aumentar el botín. Mohorič y Wright respiran, también Mikel Landa, oculto ya en un segundo plano. Todo lo que se hable de Pello no se hablará de él. Sin la presión brota lo mejor del escalador alavés, con los Alpes asomando ya al final de la vista. Es su terreno, también el de Pello, al que no termina de favorecer lo explosivo de las etapas por venir. Recorridos más largos le irían mejor.

Pero ahí está, con las mejores piernas del equipo y en una buena situación para jugar con la naturaleza de las etapas. En el desconcierto y las situaciones ambiguas o de impasse puede sacar provecho. Interesante ese descenso a Morzine o el de Loze. La categoría de Pogačar y Vingegaard es inalcanzable, pero el nivel de esos otros aspirantes a top ten no está tan lejano del de Bilbao, a la altura de esos otros ciclistas que rondan a años luz la estela del Dúo Dinámico. Donde no lleguen las piernas, lo hará la inteligencia y la táctica. Terreno Pello.

Escrito por Jorge Matesanz

Fotos: ASO / Ballet

Una respuesta

  1. Grandisimo ciclista y excelente persona. Siempre hay que contar con el sea el terreno que sea.
    Polémica con Monparler?????. No lo sabía pero, sin saber cuál fue el origen, si se quien tendria la razon

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