Ya escribimos en el pasado sobre el caso Martí Vigo del Arco, al cual realizamos una extensa e interesante entrevista donde nos describió su camino para llegar a un equipo UCIPRO de gran prestigio, Androni Giocattoli, de la mano de un gran descubridor de talentos como es Gianni Savio.
Evocábamos en aquella entrevista un caso similar, el del teutón Anton Palzer, que dio un salto aún más grande, directo a WT, con Bora. Ambos dieron el salto en esta temporada, con la gran diferencia de que Martí tiene 23 años y Anton 28. Recordamos que Martí vienes del esquí de fondo (olímpico español) y Anton del esquí de montaña, ambos sin pasado ciclista.
A estos casos quiero añadir el de Jason Osborne, medallista olímpico en remo este mismo año, y que, desde el mes de agosto, es ciclista profesional con Lefevere en el Deceuninck. Jason tiene 27 años y, aunque parte de su entreno para su disciplina de remo es ciclismo, tampoco tiene un pasado entre pelotones ciclistas digno de mención.
El factor común de todos ellos es unas cualidades atléticas excepcionales, pero asociado a otro punto, igualmente común, ausencia de conocimientos de competición ciclista y, por tanto, de posicionamiento en carrera.
Mi posición de mecánico en equipos continentales masculinos y femeninos en esta temporada me ha permitido ver más de cerca, de hecho, desde el medio del propio pelotón, que no todos los ciclistas de equipos WT son los mejores, ni todos los que están en equipos continentales son peores. En la mayor parte de las veces es cuestión de suerte y de estar en el sitio adecuado en el momento conveniente.
Veo muchos continentales quedando en las clasificaciones muy por encima de ciclistas WT, en cambio, no logran la esperada y tan ansiada oportunidad de llegar a la máxima categoría, ni tan solo al segundo escalón.
Si volvemos a los tres casos de muestra, vemos que Martí tiene una edad que le permite el aprendizaje y el recorrido profesional, no así los otros dos casos, que me alegro mucho por ellos, pero que no entiendo como se les da tamaña oportunidad sin haber demostrado nada y sin probar a otros ciclistas que tiene muchas más tablas y recorrido en el pelotón.
¿Qué lleva a grandes conocedores del ciclismo profesional a contratar a perfectos novatos? Estamos hablando nada más y nada menos que de Lefevere y Denk, no son el primer advenedizo que pasa, y en cambio prefieren unas cualidades atléticas sin discusión a un conocimiento de la competición ciclista bien consolidado.
Todos sabemos que un atleta puede tener, por ejemplo, un físico y unas cualidades excepcionales para ser sprinter, pero saber posicionarse en el pelotón para estar arriba no se aprende de la noche al día, o la ciencia de las escapadas, como y cuando hacerlas, como adivinar cual es la buena, muchos pros jamás lo aprenden.
Por más que pienso y pienso no se me ocurre el porqué de esas contrataciones, por qué no contratar a jóvenes con bagaje ciclista consolidado y con resultados. No es una cuestión propagandística, ya que poca gente sabe quiénes son, se me antoja que alguien puede estar atraído por un medallista olímpico, por ejemplo, pero no es el caso de Palzer, que encima es ya mayor.
Algo se me escapa, y dejo al lector más avezado y con más conocimiento que el mío que me ayude a resolver este enigma que me tiene un poco confundido. Doy las gracias de antemano por cualquier contribución que me “desasne” en este tema.
Escrito por Xavier Palacios (@xpalaciosalbaca)
Foto: @ACampoPhoto