El impresionante rendimiento de los ciclistas eslovenos, pese a ser un país pequeño y con un número de ciclistas profesionales que nada tiene que ver con naciones tradicionales en este campo como Francia, España, Italia o Bélgica, hace plantear el hecho de que, al igual que otros territorios o estados, Eslovenia pueda plantearse la creación de un equipo ciclista que dé salida al inevitable talento que parece atesorar su ciclismo, en constante ebullición tras la irrupción primero de Primoz Roglic y más tarde de Tadej Pogacar. Ganar en dos ocasiones el Tour de Francia y tres la Vuelta a España, amén de todas las vueltas pequeñas y clásicas que acumulan cuatro o cinco corredores, puede dar pie a que en un futuro no muy lejano las instituciones vean el magnífico escaparate que sería para el país lanzarse a la aventura de patrocinar un equipo ciclista.
En ese escenario hipotético, Primoz Roglic, que parece estar ya iniciando las últimas etapas de su carrera profesional, pese a haberse iniciado más tarde en la bicicleta que todos sus rivales, podría ser el embajador. La guía para esos jóvenes que viniesen detrás. También para darle empaque al proyecto, que cobre la fama necesaria y así vivir lo que seguro es un sueño para el esloveno, que porta su bandera con orgullo allá donde va.

Pensar en que Tadej pudiese dejar el UAE para firmar por una escuadra diferente dependerá de la continuidad de dicho equipo y de cómo fluyan las temporadas una tras otra. Con el contrato tan jugoso que ha firmado el doble ganador del maillot amarillo no parece una cuestión sencilla, aunque bien podría optar por convertirse en esa segunda bandera del Team Slovenia una vez su carrera se acerque al atardecer.
Su gen competitivo le haría querer estar en los conjuntos más potentes para buscar tener más opciones, pero la idea de inspirar a jóvenes ciclistas seguro con tan buen talento como sus mentores puede ser lo suficientemente atractiva para él.
Otro corredor que debería encajar en ello es Matej Mohoric. Siendo de una edad intermedia entre Roglic y Pogacar, el corredor nacido en Kranj es un seguro de vida en cuanto a presencia en carrera. Etapas en Tour, Giro y Vuelta, la Milán-San Remo, el BinckBank Tour, el Tour de Alemania… así hasta un total de 16 victorias que son canela en rama. Cuando está en forma es imbatible debido a su inteligencia y a su velocidad en los descensos. En media montaña o finales escarpados es complicado pensar en batirle. Un buen fondista que se adapta a las mil maravillas cuando las jornadas son maratonianas. Ahí saca más que los demás un talento que es inagotable si está inspirado.

Para trabajar existiría la posibilidad de firmar a un ciclista que compite también en el Bahrain-Victorious como es Jan Tratnik. El esloveno podría compartir el apodo de ‘El tractor’ de Tim Declerq (Quick Step) por ser capaz de llevar durante largos periodos el peso del pelotón y llevarlo a raya. Un ciclista que antes de un eventual equipo esloveno seguro quiere tener en sus filas Pogacar. En las carreras por naciones que se han disputado con ellos en liza ha sido espectacular el trabajo de Jan en favor de sus líderes.
Otro Jan, esta vez Polanc, es otro de los ciclistas que bien podrían apoyar en las fugas de montaña o bien en ayuda de sus líderes en dicho terreno. Es un muy buen escalador que tiene instinto y es valiente, lo cual le hace estar delante en las etapas más duras y aprovechar su oportunidad para imponerse en cimas más que interesantes para él. No tiene muchas victorias. Únicamente cuatro, entre las que se encuentran el nacional contrarreloj de 2017, las dos etapas del Giro (Etna y Abetone) y el Trofeo Laigueglia de esta misma temporada 2022.
Luka Mezgec podría ser el lanzador de lujo de algún sprinter que pueda surgir por el camino. O Kristijan Koren, que fue escudero de Peter Sagan durante años, podría aportar experiencia y buen hacer en esas etapas llanas. Sin embargo, otro corredor que debería estar en este supuesto equipo es Domen Novak. Ya fue tercero en el pasado Tour de Eslovenia, una carrera con un nivel para nada bajo, con Tadej Pogacar siendo amo y señor de la carrera, como podía ser esperable. Pero el también esloveno se clasificó tercero en la general, a más de dos minutos y medio, es cierto, pero por delante de hombres como Albanese, Barceló, Felline, el propio Mohoric… No es el Tour de Francia, pero no eran precisamente unos desconocidos.

Fue segundo en La Marmolada, en la jornada final de un Giro de Italia que terminó muy fuerte. Sólo Alessandro Covi se anticipó en meta, lo cual demuestra que a esas alturas de carrera tenía energías para estar peleando por una de las etapas más duras e importantes de esa edición. Un corredor muy a tener en cuenta.
Complementando la plantilla con gente obviamente de fuera de las fronteras del país balcánico y jóvenes que tengan mucho que decir en un futuro, sería un proyecto precioso, de larga duración por la proyección que tiene el ciclismo en estos momentos en Eslovenia y que además podía absorber alguna estructura ya existente como el Ljubljana para aprovechar toda la experiencia que ya tienen en el circuito.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: RCS