Los abanicos son un gran aliciente de las etapas de ciclismo, como todo el mundo sabe. Al mismo tiempo, son días altamente temidos por los ciclistas, ya que pese a seguir todos los pasos del manual y hacer todo de forma correcta, el factor suerte tiene un alto porcentaje de control sobre las situaciones. Por ello, ganan en imprevisibilidad y ofrecen al aficionado mucho espectáculo, pese al sufrimiento de los ciclistas.
La Vuelta ha tenido históricamente más etapas de viento por desarrollarse por terreno mesetario, sin vegetación y con más necesidad en los corredores de eliminar rivales. También el Tour ha tenido bastantes, así como en el Giro de Italia se conocen muchos menos casos curiosamente.
Vuelta 1996 – Albacete
Uno de los abanicos más recordados. Fue la última carrera de Induráin, aquella en la que los suizos tiranizaron la general. Rominger y Escartín, dos de los grandes favoritos, cedieron más de seis minutos en meta con respecto al pelotón de los mejores. Rominger acabaría tercero en la general, por lo que aquella etapa de Albacete pudo ser clave para conseguir su primera victoria en Madrid.
Vuelta 2019 – Guadalajara
Etapa recordadísima por algunos aficionados, pero sobre todo por los ciclistas que la vivieron. Más de 200 kilómetros de locura, con Nairo Quintana en el corte bueno y la desesperación de Roglic, quien tuvo que quemar sus naves para reducir pérdidas. La etapa la ganaría Gilbert para darle aún más dimensión. Según el belga, la etapa más dura que nunca haya corrido.
Mundial 2016 – Doha
El Campeonato del Mundo fue bastante polémico debido a celebrarse en el desierto y no ofrecer mucho atractivo orográfico ni de público. Sin embargo, el viento ayudó a que el pelotón se cortase en mil pedazos y acabase siendo más selectivo de lo que se pensó en un principio. Ganaría Peter Sagan.
Tour 2013 – Saint Amand Montrond
Valverde era hasta ese momento el ciclista más cercano a Chris Froome. El murciano salía de los Pirineos en segunda posición, pero un abanico le destronó como jefe de la oposición, aunque finalmente todo quedó en casa porque ese papel lo asumió Nairo Quintana, también del Movistar.
Vuelta 2001 – Zaragoza
La etapa más rápida de la Vuelta. Una etapa con ligera tendencia descendente que fue aprovechada por los ciclistas para montar abanicos y aunque no hubo diferencias porque el aire daba más de espaldas, fue increíble el ritmo al que se vivió. Igor González de Galdeano aprovechó en el último kilómetro para dar la sorpresa y anotarse un muy buen triunfo de etapa.
Tour 1987 – Blagnac
Corría la decimoquinta etapa de aquella edición del Tour. El maillot amarillo era para Charly Mottet, pero un abanico estuvo a punto de traer consecuencias terribles, como por ejemplo haber desplazado a Stephen Roche fuera del podio del Tour. Tormenta terrible e inundaciones de la carretera.
Vuelta 2002 – Córdoba
El equipo Ibanesto.com quedó descartado de una tacada para la general final debido a un abanico que cogió por sorpresa a sus dos líderes, tanto Paco Mancebo como Juan Miguel Mercado. Fue un punto de inflexión para el equipo, que desde aquel día se dedicó a ganar etapas. Y se llevaron cuatro, nada menos.
Vuelta 1988 – Valladolid
Tras iniciar la carrera en las Islas Canarias, el regreso a la Península se hizo con búsqueda de las etapas del norte. Dos favoritos como Lejarreta y, sobre todo, Álvaro Pino, que sería el más fuerte de la carrera, se dejaron camino de Valladolid sus opciones. En esa misma edición, otro abanico, esta vez camino de Albacete, dejó a Cubino sin liderato a escasos días del final.
Tour 2009 – La Grande Motte
En plena guerra Armstrong – Contador, el americano se filtró bien en un abanico y adelantó al español en la clasificación general. Ganaría la etapa Mark Cavendish, pero la sensación es que el más favorecido era el entonces ganador de siete Tours, que se suponía ganaba la pole para empezar la montaña como “líder”.
París Niza 2022 – Orleans
Este es sólo un ejemplo de las grandes batallas que se dan en las primeras etapas de la París Niza, sobre todo en el entorno de la gran capital parisina. Zonas muy abiertas al viento y que con un pelotón de calidad y con hambre siempre nos deja escenas de abanicos que después son recordadas durante todo el año.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: ASO / Broadway