Historia

Tour de Francia 1987: ¿el más duro de la historia?

El Tour’87 comenzaba en Berlín, aún en tiempos donde el Muro estaba en pie, con un prólogo de salida y dos etapas más en la capital alemana, entre ellas una contrarreloj por equipos de 40 kilómetros en la que el Carrera de Stephen Roche fue el equipo más rápido. El irlandés partía como uno de los más serios candidatos a ganar, siendo el vencedor del Giro en ejercicio. Sus debes estaban en lo debilitada que salía su relación con sus compañeros de la corsa rosa, ya que hubo sus más y sus menos con Visentini y el resto de la escuadra. Fignon era de la partida, al igual que Delgado o Lucho Herrera. Ya no estaba Hinault, retirado el otoño anterior. Tampoco el ganador de 1986, un Greg Lemond que sufrió un accidente de caza y cuyo alcance aún no se vislumbraba.

La meteorología va a jugar un papel importante en este Tour, puesto que el calor no hizo acto de presencia como en otras ocasiones. La carrera estuvo entretenida durante esa primera semana, con muchos cambios de liderato (ha sido una de las ediciones con más) y escapadas donde los favoritos fueron picando segundos aquí, segundos allá. A veces a favor, a veces en contra. Uno de los más beneficiados fue Charly Mottet, que se situaría en la cabeza de la clasificación tras la crono de Futuroscope. Hablamos de casi 90 kilómetros de lucha individual contra el reloj. En ella venció Roche, que alejaba al resto de favoritos. Por ejemplo, a un Lucho Herrera que quedaba ya a más de quince minutos de distancia. 

Los Pirineos ofrecieron dos etapas muy bonitas. La de Pau, con puertos muy duros, dio un auténtico espectáculo. La de Luz Ardiden vio cómo Bernard, una de las grandes esperanzas francesas, cedía en el Aubisque. Pero a la postre el más perjudicado, dentro de las escasas diferencias en la cima de Luz Ardiden, sería Mottet. La posterior etapa de Blagnac e intermedias hacia los Alpes fueron una mina de fugas, ataques y contrataques. Todo hasta llegar a la cronoescalada más salvaje que se recuerde: la del Mont Ventoux. Serían casi 40 kilómetros con un tramo llano entre viñedos y la ascensión al gigante de la Provenza. Herrera daba miedo, pero no colmaría las expectativas. Sí lo hizo Bernard, que se postuló como gran candidato a ganar. Su liderato sería efímero, ya que camino de Villard de Lans, Roche y los múltiples ataques que sufrió el francés se lo arrebatarían. 

En Alpe d’Huez fue Pedro Delgado el que se puso por delante. Supo atacar en el momento adecuado y con la moral de haber sido el vencedor el día anterior, pudo con el irlandés. La leyenda decía que quien saliese de amarillo de la cima alpina tendría el Tour ganado… hasta esta edición. El segoviano intentó cobrar más diferencia sobre un Stephen Roche que no sólo supo resistir, sino que buscó las cosquillas al español en descensos, llanos e incluso subidas. La etapa de La Plagne es parte de la historia, pero sin duda fue mucho más que la subida final. Los colombianos convirtieron en un infierno las subidas al Galibier y a la Madeleine. El final es el conocido por todos: Fignon ganando, Delgado teniendo contra las cuerdas a Roche, y éste aprovechando un desfallecimiento del maillot amarillo para casi darle alcance. 

La jornada de Morzine se postulaba como clave. Delgado necesitaba ventaja para la crono de Dijon, donde Stephen era más especialista. Lo intentó en el Joux Plaine, pero Roche resistió bien y supo forzar al líder en el descenso y Avoriaz, reduciendo la ventaja. En la decisiva crono no hubo rival y Roche ganó el Tour por 40″ sobre Delgado. Bernard, que ganó esa etapa, fue tercero, y un inmenso Herrera subió a la quinta plaza, recuperando mucho tiempo en Pirineos y Alpes, pero al que precisamente faltó un poco de fuelle para terminar la remontada. Eso sí, metió a todos el miedo en el cuerpo. 

Curiosamente, tanto Roche como Delgado contaron con poca colaboración de sus equipos, respectivamente el Carrera italiano y el PDM. Ambos abandonarían las plantillas a final de temporada. El irlandés, además, firmaría un histórico triplete que nadie lograba desde Eddy Merckx. Historia del ciclismo este Tour, considerado por muchos uno de los más duros (sino el que más) de todos cuantos se hayan disputado. 

Escrito por Pedro García Redondo
Foto: Sirotti

Una respuesta

  1. El Tour de 1987: “¿el más duro de la historia?”

    Desde luego que un obvió NO. Es muy posible que el más duro ni si quiera paso el los últimos 30 años.

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