¿Qué es mejor para el ciclismo de un país?
Está claro, es una pregunta sin una respuesta sencilla. Ambos niveles de equipos forman parte clave del entorno o ecosistema en el que se desarrolla el ciclismo en una nación y se retroalimentan unos de otros. ¿Pero cuál de esas partes es más importante para el crecimiento del ciclismo en un país?
Un equipo potente de primer orden puede ofrecer a un reducido número de ciclistas salarios, material, preparadores, seguros o coberturas sociales, servicios o asesoramientos médicos, calendarios equilibrados y competitivos y un entorno
Opiniones en este sentido hay muchas; las recientes de Eider Merino en Sprint Final indicando que en España hay demasiados equipos UCI para el número de corredoras y que en su opinión sería mejor si se juntasen varios e hiciesen uno más fuerte, o las de Audrey Cordon-Ragot quien decía, hace unos años en Road&Mud, que era mejor tener un equipo bueno y profesional que cinco con malas condiciones, calendario y recursos.
Por otro lado, varios conjuntos de un escalón inferior pueden ofrecer a un amplio número de ciclistas la oportunidad de continuar sus carreras deportivas y servir como vehículo de transición gradual desde el que afrontar el vasto océano que separa las categorías formativas y recreativas del profesionalismo. En cierto modo, ejercer de angel investor aportando o facilitando una oportunidad que no les llegaría desde el escalafón más alto.
Equipos pequeños y grandes forman la base que nutre el entorno y la cúspide de la pirámide en que se puede organizar el ecosistema ciclista. Ambos niveles se retroalimentan. Sin la existencia de unos la subsistencia de los otros sería más complicada a medio y largo plazo, ¿o no? ¿Cuál es para vosotros más trascendental a largo plazo?
Escrito por Diego Martín (@MartinTheCaleb)
Foto: Photo Gomez Sport / Movistar Team