Desaparecido en el año 2013, el Vacansoleil era un proyecto ciclista que empezó siendo muy ambicioso y después mantuvo un buen nivel de resultados, pero sobre todo de presencia en carrera a base de ciclistas correosos, auténticas avispas. La empresa neerlandesa tenía sede entonces en Eindhoven, más famosa por su industria y equipo de fútbol. Sin embargo, esta empresa de gestión vacacional invirtió en ciclismo y sacó el máximo partido a una estructura que fue más de rodadores y velocistas que daba la batalla en las carreras centroeuropeas que de escaladores.
Llegó el año 2009 y aprovechando que Assen, también en Países Bajos, acogía la salida de la Vuelta a España, se lanzaron a patrocinar una aventura que no duró mucho debido a algunos escándalos que terminaron por decepcionar a los mandamases de la empresa. Un equipo aguerrido que en ese 2009 comenzó a virar un tanto su política de carrera para intentar ser más eficientes y dejarse ver en escenarios un poco más visibles para el gran público.




Al crecer de categoría y pasar a Profesional Continental, fueron invitados a más pruebas, pero sobre todo a la Vuelta, un extra de motivación para todo el grupo. Esperaban tres semanas duras por la Península Ibérica, pero antes había que salir de Holanda y Bélgica. Sea como fuere, en la piel de toro estuvieron muy bravos, con victoria de etapa para el esloveno Borut Božič en Xátiva al sprint y unas etapas de montaña donde destacó especialmente Johnny Hoogerland. El corredor de Yerseeke fue tristemente célebre por otro asunto, aunque esta vez tuvo que ver con el Tour de Francia.
Un coche, en plena carrera, embistió al grupo de escapados y tanto Flecha (a la postre corredor del equipo) como Hoogerland acabaron contra la cuneta. El ciclista de Vacansoleil tuvo directamente que extraer su cuerpo de un alambre de espinos para poder continuar en carrera. Denuncias, vergüenza y un día que pasó un tanto desapercibido por la gran ventaja obtenida por Thomas Voeckler, que fue la gran revelación de aquel Tour y vendió muy cara su piel.
Una vez el equipo pasó al equivalente al World Tour, comenzaron los problemas. Ficharon a Ezequiel Mosquera, que venía de ser segundo en la Vuelta en 2010. Su positivo en la misma le dejó sin correr. Ese fichaje de ilustres no terminó de funcionar. En 2013 pasaron por el equipo José Rujano, el venezolano híper irregular, y Juan Antonio Flecha, ya en el último año de su carrera. Ambos aportaron menos de lo esperado al equipo, si bien el español sí se mantuvo fiel al menos a su filosofía combativa y guerrillera.
Otro de los ciclistas clave fue Thomas De Gendt. El todavía ciclista profesional inició una merecida fama de combativo que terminó por darle el podio en una gran vuelta como el Giro de Italia en el año 2012. Una escapada en la última etapa de montaña puso la carrera patas arriba, con el belga coronando en solitario la etapa terminada en el Stelvio y logrando así el triunfo de su vida.
Wout Poels, conocido escalador del pelotón, también formó parte de esta escuadra, al igual que el polaco Tomasz Marczynski, que cerró el año de Vacansoleil con mucha presencia en la Vuelta a España, una carrera que después se le daría muy bien en las filas del Lotto. El uzbeko Sergei Lagutin también fue otro de los integrantes, así como Gustav Larsson, Rafa Valls, Matteo Carrera, Romain Feillu, Lieuwe Westra, Bjorn Leukemans o incluso Ricardo Riccó, que fue fichado para sumar puntos y mantenerse así en las categorías de élite y sin embargo sólo trajo problemas y un gran susto con su salud.
Verse rodeados de escándalos y los malos resultados de 2013 empujaron a los patrocinadores a abandonar el barco y pese a los esfuerzos de sus managers por encontrar relevo, tuvieron que dar libertad a todos los ciclistas para que poblasen de talento (como así hicieron) el resto de conjuntos de primer nivel.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: Sirotti