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Van Vleuten gana la Vuelta Femenina 2023: 10 reflexiones sobre su victoria

Debe ser que las sinergias de la salida de la Vuelta masculina el pasado mes de agosto desde Países Bajos ha estrechado lazos con el maillot rojo. Pero la realidad es que se ha impuesto el dominio holandés (seis etapas de siete) del ciclismo internacional femenino, con Annemiek Van Vleuten a la cabeza. Ése ha sido más bien el reflejo, dejando un buen sabor de boca por haber escrito las primeras páginas de historia oficial de la Vuelta Femenina, con varios apuntes y detalles que son interesantes para analizar y que delatan que el ciclismo femenino continúa en la buena dirección.

Por el momento, además de la buena cobertura tele-mediática ha sido un hecho. Twitter internacional ha estado muy pendiente de lo que ha sucedido en la Vuelta Femenina, pese a que sí ha existido cierta carencia de cobertura in situ. Es una asignatura que queda pendiente para años siguientes, y ahí estará la clave, en la continuidad y la constancia. Las carreras que hoy son mediáticas lo han sido por ir labrando sus leyendas, ocupando sus huecos y generando su propia historia que contar año tras año. Esta edición, parece, es la primera piedra de muchas por venir.

Annemiek Van Vleuten es una más que digna campeona para la primera edición oficial de la Vuelta Femenina. Su trayectoria está ahí, y sus logros también. Una conquista más que parece poner broche final a un palmarés histórico que abre el debate sobre si considerar a la ciclista de Movistar o no la mejor corredora de la historia. Lo que sí está claro es que hay debate, que está sentada a esa mesa. Dentro de varias décadas se hablará de las gestas de la holandesa como hoy se puedan hablar de las de Coppi en un ciclismo masculino que aún estaba por evolucionar.

Lo que más llama la atención es la actitud de campeona que gasta la corredora. Si bien en la etapa de Riaza Vollering parecía la ciclista más fuerte, sabía que en un cara a cara con su gran rival tal vez no fuese posible la remontada. Buscó sus opciones y desbancó a la ciclista de SD Worx si no por piernas, por carácter y por voluntad. Y en eso Annemiek es única. Nunca se rinde y sólo le vale el primer puesto. La cara de la campeona del mundo era muy diferente entre las etapas uno y cinco en comparación con su previa al podio de la etapa seis, la cántabra.

En ella destilaba alegría, satisfacción. Había derrotado a su gran rival en estos momentos y ciclista del considerado mejor equipo del mundo, el SD Worx, y que venía siendo considerada nueva reina del ciclismo femenino mundial. Van Vleuten, como los grandes campeones, sacó la guadaña y se vengó de esas afrentas que durante 2023 habían empequeñecido su figura, pensando en muchos sectores que se trataba de una clara cuesta abajo y declive de la ciclista.

Sin embargo, es importante reseñar el enfado del SD Worx por la polémica maniobra ganadora del Movistar. Según versión del conjunto holandés, el equipo español puso la maquinaria a funcionar justo en el momento en el que la entonces líder de la Vuelta paró a hacer sus necesidades. Bien es cierto que lo pudo hacer en un momento inapropiado, poco recomendable, del mismo modo que lo hicieron Lippert o Nordsgaard en la etapa de Riaza, lo cual les costó quedarse cortadas y a Movistar la necesidad de una foto absolutamente curiosa, tirando de un grupo que perseguía a su gran líder.

Son maniobras totalmente lícitas y necesarias para recuperar el carácter competitivo del ciclismo. Dejar ganar y restar posibilidades y excusas al ataque no iban a llevarnos a un ciclismo más atractivo para el público. En la carretera las guerras deben ser tales, peleas absolutas y dentro de los márgenes de lo deportivo y lo lógico, una lucha sin cuartel por ganar o conseguir sus objetivos. Llegará el momento en el que no se pueda ganar por falta de fuerzas de un/una rival, vista la evolución del asunto.

Lo criticable, y por supuesto opinable, es la doble vara de medir mostrada por la dirección del Movistar. Hace escasas fechas se incluía en el documental ‘El Día Menos Pensado’ (link, a partir del minuto 24:00 del video) un reportaje sobre el Tour Femmes donde las rivales aceleraron el paso ante una caída de Van Vleuten. Ahí mismo uno de los directores del conjunto femenino se expresa en términos de “hay determinadas reglas no escritas que se suelen respetar y se deberían seguir respetando”. La propia Annemiek admitió que aquello le produjo enfado.

Lo que está claro es que de un modo o de otro, Demi Vollering no puede con Van Vleuten en las carreras donde el esfuerzo se acumula en varios días. Aunque en los Lagos de Covadonga lo rozó con los dedos. Tener concentración en carrera es también un valor que marca la diferencia entre los que son capaces de imponerse en cinco Tour de Francia ininterrumpidos y los que nunca llegan a ganarlo. Son pequeños detalles los que marcan la diferencia y ante una zona de viento, y en eso tiene toda la razón los directores de Movistar, la táctica de parar a hacer tus necesidades quizá no sea la más apropiada o inteligente.

Un error que le pudo haber costado su victoria en la Vuelta y poder haber seguido con su reinado en 2023. Pero tuvo que conformarse con una victoria de etapa y un lugar en el podio final. No es para nada un mal bagaje, pero si la holandesa aspira a ser la sucesora de Van Vleuten no puede ceder ventaja a sus rivales en los pequeños detalles. Por el mismo motivo que Gaia Realini debe mejorar sus habilidades en el pelotón si quiere aspirar a disputar las grandes carreras.

Fue la única capaz de resistir a la campeona del mundo en el despegue final hacia la victoria en la Vuelta. Camino de Laredo, la corredora del Movistar se empleó a fondo en la última ascensión, dejando a todas sus compañeras de grupo a gran distancia. Progresivamente, la única corredora que le dio alcance mostrando unas piernas impresionantemente buenas fue la italiana del Trek Segafredo. Después dejó el trabajo a la aspirante al maillot rojo, que disputó la etapa y la perdió ante la menuda ciclista de Pescara.

Ciclista que, por cierto, perdió sus opciones por el gasto de energías en el pelotón, como le sucedió por ejemplo en la etapa que finalizó en Riaza y empezó a mostrar a las favoritas. Fue quinta clasificada, no tuvo una mala actuación, pero sí se pudo observar a la ciclista transalpina demasiado delante en ciertas situaciones de carrera. Si mejora esa ubicación en el gran grupo y optimiza los esfuerzos, tiene un futuro impresionante por delante. 21 años, 40 kilos de peso y unas piernas siderales. El resto dependerá de su cabeza, su constancia y de las decisiones que tome en la gestión de sus calendarios, equipos, etc.

Otro de los nombres a rescatar es el de Marianne Vos. La incombustible ciclista del Jumbo Visma, equipo que ganó brillantemente la crono inicial en Torrevieja, se llevó dos etapas, el rojo durante sendas etapas y el prestigio de haber ganado en una carrera más, de las pocas que dejará sin conquistar en su excelso palmarés. Una ciclista eterna que con 35 años (36 en unos días) sigue siendo el referente para muchas corredoras y aficionados, mucho más que las actuales dominadoras del ciclismo.

En cuanto a las fechas de la competición, en pleno mes de mayo, coincidiendo con el inicio del Giro de Italia, las finales de las competiciones de fútbol y baloncesto y demás, es comprensible el planteamiento de reunir con la versión masculina de la Vuelta los días de la femenina. Pero, seamos sinceros. En septiembre el apogeo mediático no será mucho mayor. El problema no es tanto de fechas, sino de relevancia del ciclismo en España. La Vuelta Femenina habrá pasado desapercibida para los grandes diarios, pero también lo ha hecho el Giro de Italia masculino.

No son fechas tan malas si se piensa en la participación, ya que a la Vuelta con la temporada hecha y con el desgaste al que llegan las ciclistas al mes de septiembre, se hace complicado pensar que las campeonas de Giro y Tour se presenten en la carrera española entonces. Ubicada tras acabar las clásicas, puede animar a quienes compitan en ellas a estirar un tanto su estado de forma teniendo aún tiempo para descansar de cara a sus grandes objetivos del año.

El recorrido ha sido muy mejorable. En su momento ya lo critiqué y vuelvo a hacerlo. No porque en ciclismo femenino sea necesario mucho más para generar movimiento entre las mejores o incluso diferencias. Sino que si se intenta enganchar al público a través de etapas llanas al sprint, complicado. Más aún en un país de tradición escaladora. La etapa de los Lagos de Covadonga es la muestra. Con los elementos encima de la mesa, se puede ganar la repercusión, se puede ver una carrera en la dimensión que se espera de ella.

Para otros años esperemos que el menú sea algo más vistoso, incluyendo alguna crono individual (aunque la esperanzas se desvanecen visto lo defenestradas que están también en el ciclismo masculino) y alguna que otra etapa de montaña interesante. Jugar todo a que dos terceras lejos de meta van a arreglar la papeleta sería un error, porque no todos los años correrán ciclistas de este pelaje o con esta actitud. Pero ése es un mal también de los organizadores en el ciclismo masculino, la obsesión por provocar una igualdad de tiempos imposible.

Porque ésta sólo va a llegar cuando exista cierto equilibrio de fuerzas y unas circunstancias tales que no están en ningún caso en la mano del organizador. El eterno debate. Equilibrio de fuerzas que no ha existido ni muchísimo menos con las ciclistas españolas, que han quedado en algunos casos como meras animadoras con escapadas por clasificaciones secundarias. El nivel mostrado por las ciclistas españolas no ha ayudado mucho. Mavi García ha decepcionado bastante, novena y muy lejos de la cabeza.

Ane Santesteban ha finalizado decimoctava y ya no encontramos ninguna corredora española hasta el puesto 38º, con Lucía Ruiz, del Einecat. Pese a la polémica entrevista en AS de Van Vleuten, es una realidad que el ciclismo español debe reflexionar y pensar qué quiere ser de mayor. Y de nuevo no es un problema de las chicas, sino mucho más profundo y que tocará analizar. Pero, ¿alguien lo hará? ¿O se seguirán poniendo parches aquí y allá para que avancen los mandatos sin tomar ninguna decisión realmente relevante y que lleve a este deporte en alguna dirección en España?

Escrito por Jorge Matesanz

Fotos: Unipublic / Cxcling / Charly López / Sprint Cycling Agency

Una respuesta

  1. Muy buen articulo, acertado en tu punto de vista. Las reglas no escritas hacen deporte y deportividad. Cuando se cayó Pojacar en la etapa 18 del Tour 2022, Vingegaard le esperó. Eso hizo deporte y todos vimos que por encima de la ambición de ganar está el como se gana. Que Van Vleuten ganase atacando cuando Demi Volering estaba haciendo sus necesidades me parece sucio (pero legal). Si no hubiera sacado tiempo en esa etapa, la ganadora hubiera sido La Reina de Las Clásicas. Ya se vio que REALINI no pudo con ella a pesar de su aprovechada actuación, tanto en Lagos de Covadonga como el día anterior, venciendo a Van Vleuten que desgasto para sacar `partido a su sucia (pero legal) jugada . Para mi, Volering es nº1, aunque se equivocó de momento para parar. Vamos a ver un ciclismo donde ganar estará por encima de la deportividad y no se que efecto tendrá. Saludos.

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