Ciclistas Vuelta

Víctor Langellotti (Burgos BH), de Mónaco al ‘carpe diem’

Ser de Mónaco lo que mayormente te garantiza es coincidir en tus entrenamientos sobre la bicicleta con muchos ciclistas. Una gran parte del pelotón se ha asentado en la zona por beneficios económicos y también por la comodidad de la zona a la hora de moverse hacia las carreras y por el clima mediterráneo, muy atractivo para entrenar. El monegasco del Burgos BH ha sido una de las sensaciones de la primera parte de la Vuelta, con un muy buen punto de forma mostrado en escapadas o liderando el siempre llamativo maillot de la montaña, y por supuesto por su amabilidad en las entrevistas que denotaban sencillez y estar viviendo el momento de su vida.

No fue un inicio perfecto para el conjunto Pro Conti español. Peñalver y Madrazo se marcharon para casa por haberse contagiado con Covid y dar positivo. El primero de ellos pudo ser sustituido por Langellotti, que venía de haber realizado una excelente participación en la siempre dura Volta a Portugal. Ganó una etapa en la recta final, lo que indica un magnífico nivel de forma por el calor y la competencia que existe a esas alturas en la ronda lusa. Una demostración que le hizo a posteriori hueco en el equipo de la Vuelta, que partió de Utrecht con únicamente siete corredores.

Y aquello resultó una decisión feliz. Lo que parecía un hándicap finalmente fue una ventaja. El ciclista del Burgos tomó la salida en Utrecht a sabiendas de que su forma física iba a ser aprovechable en la primera mitad de la Vuelta. Lo fue en las primeras fugas, sobre todo en la de Bilbao, lo que le permitió saborear las mieles del podio, haciendo que un conjunto invitado como el suyo subiese al estrado a recoger el premio de la montaña, con derecho a portar, por supuesto, un maillot distintivo, lo cual podía haber sido un objetivo en sí mismo para el equipo español.

Cuando llegaba la montaña asturiana, que ponía sobre el tapete los muchos puntos en juego, vino el infortunio. Una caída le obligó a dejar la carrera, aquejado de una fuerte conmoción cerebral y fractura de clavícula. Lo importante es la recuperación total y temprana de la persona, pero fue una lástima para el ciclista, que había encontrado el golpe de pedal en un escenario soñado por él y que le permitía ambicionar objetivos como una victoria de etapa. Y, por qué no, mostrarse ante equipos del máximo nivel que se pudieran interesar por sus servicios.

Su sustituto al frente de la montaña fue Jai Vine. El australiano se doctoró en Pico Jano, una montaña que el de Alpecin-Deceuninck estrenó. El ciclista de la bella Townsville, al noreste de Australia, procede del mundo Zwift y de las plataformas virtuales sobre las que muchos ciclistas entrenan y compiten en tiempo real pese a estar a miles de kilómetros de distancia. Langellotti no proviene de esa dinámica, aunque sí se ha escrito mucho estos últimos días sobre sus adicciones a los videojuegos.

Sea como fuere, ya son cinco temporadas con los burgaleses, sin resultados destacables hasta el presente 2022. Añade la extravagancia de su nacionalidad, convirtiéndose en el único equipo conocido que posee en su plantilla un ciclista de Mónaco. Sí que existió un conjunto monegasco en la recta final de los años 90, como fue el Aki que después desembocaría en el Vini-Caldirola y las diferentes denominaciones que tomó a lo largo de los años. El ciclismo no se ha prodigado en demasía en el pequeño país mediterráneo a nivel profesional. Quizá con la llegada de Victor todo cambie y sepamos de más talentos de origen monegasco.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: Burgos BH

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