Ciclistas Historia

Zenon Jaskula, el amanecer junto a la Torre Eiffel del este ciclista

Kwiatkowski campeón del mundo y uno de los gregarios más valorados de los últimos tiempos, Rafal Majka podio en la Vuelta y rotando por escuadras de primer nivel, Marczynkski triunfando en escapadas, Bodnar en la guardia pretoriana de Peter Sagan… Polonia ha ido creciendo en el ciclismo aprovechando el viento a favor de la globalización. Ahora es más común ver corredores con bandera a mitades roja y blanca que hace un par de décadas. De ahí lo exótico de un Zenon Jaskula que fue capaz de subir al podio de París en 1993. El primer corredor del este capaz de lograrlo en la considerada mejor carrera del mundo. 

Era época Indurain, con vueltómanos de primerísimo nivel como Tony Rominger, Chiapucci, Delgado, el sorprendente Mejía, Bugno, Breukink… Ahí se coló Zenon, tercero en el cajón con el añadido de una victoria de etapa. Fue una carrera en la que el corredor del MG únicamente se agarró a las ruedas que pudo, sostuvo el ritmo y llegó hasta donde pudo. Su punto fuerte, la contrarreloj, le mantuvo en puestos altos de la clasificación general. Los Pirineos le confirmaron como el más fuerte de los mortales tras una contrarreloj por escuadras a comienzo de Tour (sobre 81 kilómetros) donde su conjunto fue el más poderoso y venció la etapa. 

Poco a poco se fueron restando rivales, fueron perdiendo fuelle y tiempo a partes iguales. Un equipo con Cipollini como mayor atractivo, que vistió el amarillo y se había llevado la segunda etapa al sprint, en combinación con las aspiraciones de un Jaskula que poco a poco fue sintiéndose mejor. Era su segunda participación en el Tour, la primera vez en la que iba a poder terminarlo y llegar así a París. Un décimo puesto en el Giro de aquel 1993 tan mágico para Miguel Indurain le iba a aportar la confianza necesaria para lanzarse a por el éxito. 

En los Alpes, Rominger era el más fuerte (Indurain aparte), en los Pirineos el suizo se lanzó a por la carrera. Sin embargo, pese a estar henchido por la segunda victoria en la Vuelta a España, los mazazos que recibió por parte del navarro fueron espectaculares. Tanto en crono como en montaña, sólo le quedó el consuelo de las victorias parciales (tres). En la llegada a Pla d’Adet, en Saint Lary Soulan, cometió un error. Alguien le había dicho que la rampa final era muy dura, por lo que iba preparado con su plato pequeño para sprintar. Cuál fue su sorpresa cuando la recta final era casi en llano, dejando así a Jaskula la opción de levantar los brazos en una cima mítica. 

Es una victoria muy recordada. Zenon era el tercero en discordia de aquella edición. Sin embargo, su recta final fue espectacular. Tanto que menos de un minuto le separó del segundo puesto. Tony Rominger ganó la última crono debido a la enfermedad de un Miguel Indurain que se convirtió en mero espectador de los vaivenes entre ambos. París tuvo una foto con el eterno maillot amarillo, un suizo incansable y un polaco al que muchos años después recordamos como una forma de abrir una carpeta en la cima del ciclismo europeo y mundial. 

Escrito por Lucrecio Sánchez

Foto: Sirotti

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